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El minutero

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TRAE COLA

 La denuncia penal que el Gobierno de Veracruz interpuso la semana pasada contra las empresas Ferrocarril del Sureste (Ferrosur) y Kansas City Southern de México (KCSM) a las que acusa de permitir que cientos de migrantes indocumentados viajan en sus trenes que recorren el territorio estatal además de buscar distraer la atención sobre la responsabilidad estatal en cuestiones de seguridad también trae cola política que apunta hacia el Ayuntamiento de Córdoba. Es decir, más que estar preocupado por la situación de los migrantes que son atacados por los grupos criminales, el gobierno duartista busca una revancha frente a Ferrosur.

 ¿El motivo? La empresa Ferrosur acaba de ganar un litigio a la administración cordobesa y recuperó los derechos de vía en un lugar donde ilegalmente se construyó el circuito “Miraflores-San Nicolás” durante la administración del priista Francisco Portilla Bonilla, actual secretario del Consejo Estatal de Seguridad Pública. El ex edil realizó la vialidad sin efectuar los trámites legales ante la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y al final, tras el fallo de un juez federal, el Ayuntamiento actual tuvo que devolver dicha vía a la empresa ferroviaria.

 Todo huele mal allí. A parte de que se construyó el circuito vial en una zona propiedad de Ferrosur, la obra fue reportada con una inversión de 30 millones de pesos según lo informado en enero del 2013 cuando el mismo Duarte de Ochoa acudió a inaugurarla, y ahí está el otro punto apestoso porque en febrero del 2012 cuando Portilla dio el banderazo de inicio a los trabajos de construcción, aseguró que absorbería una inversión de 7.1 millones de pesos. Lo que quiere decir que el costo de la obra subió 22.8 millones en solo doce meses. ¿Pues qué sucedió?, se preguntan todos.

 Ahora sí que la administración portillista rompió las leyes de las matemáticas y los teoremas sobre la inflación económica pues por arte de magia elevó el costo de esa pavimentación cuatro veces más. ¿Qué han dicho al respecto el Órgano de Fiscalización Superior (Orfis) y el congreso local que tiene comisiones para fiscalizar a los alunamientos? Nada absolutamente. Hace un año, el 23 de enero del 2013, el mismo Duarte de Ochoa, acudió a inaugurar el “Miraflores-San Nicolás” como parte del programa “Un día, una obra” –del cual ahora nadie se acuerda, ni lo mencionan porque no hay obras que inaugurar y no hay recursos- pero ahora resulta que todo fue una farsa.

 Esa fecha el discurso tradicional del “vamos para adelante”, “Córdoba progresa con mejores vialidades”, “llegó la hora de Córdoba” y bla, bla y blá… pero inauguró una carretera construida ilegalmente y así lo exhibió el juicio abierto y ganado por Ferrosur, y si en realidad se invirtieron esos 30 millones, fue dinero tirado a la basura. La denuncia contra la firma ferroviaria ante la Procuraduría General de la República (PGR) es parte del trasfondo para presionarla a que se desista de los derechos de vía en dicho circuito y limpiar los nombres de Portilla Bonilla quien hizo el chanchullo y Duarte de Ochoa quien le cortó el listón. 

Por supuesto, la querella también lleva el intento de desligar a la Secretaría de Seguridad Pública, que encabeza el ineficaz e inamovible, Arturo Bermúdez Zurita, a los alcaldes de varios municipios sureños y a funcionarios estatales así como al personal y al mismo delegado del Instituto Nacional de Migración, Tomás Carrillo –ex secretario estatal de Desarrollo Agropecuario y ex coordinador de asesores de Duarte de Ochoa-, de la complicidad en las agresiones contra los migrantes que viajan sobre los vagones.

 Pretenden culpar a los maquinistas y a los ayudantes porque los indocumentados se trepan al tren cuando son insuficientes dos o tres empleados para impedir que los aborden. Hay ocasiones que el grupo de migrantes suman 200 o más y ahí operan directamente el crimen organizado. No son los maquinistas ni los ayudantes los que pueden impedir tal situación ni los responsables de las agresiones sino la mafia que se colude con servidores públicos, algo que Duarte de Ochoa y su procurador no quieren atender ni corregir.

  Por cierto, en los últimos días varios analistas que saben del tema ferroviario han resaltado el hecho de que las agresiones más sanguinarias contra los migrantes que viajan a bordo del tren se dan en territorio veracruzano. Hay que recordar que muchos de los indocumentados centroamericanos abordan el ferrocarril en Chiapas o en Tabasco pero los delincuentes cometen los ataques –cobro para estar arriba de los vagones, robos, violaciones, secuestros y asesinatos- una vez que el tren se encuentran en suelo veracruzano, especialmente en los tramos de los municipios de Coatzacoalcos, Cosoleacaque, Sayula de Alemán y San Juan Evangelista.

 ¿Por qué será? Sencillo, porque en Veracruz las bandas criminales al parecer tienen permiso para operar, gozan de la complicidad de policías y funcionarios, y toda investigación abierta por las agresiones se archiva. ¿Alguien ha sabido de alguna indagatoria concluida sobre los ataques a migrantes a bordo de La Bestia?, ¿hay algún maleante tras las rejas acusado por extorsionar, secuestrar o asesinar a los migrantes? Esas dos simples preguntas bastan para entender los motivos por los cuales los malhechores prefieren Veracruz en lugar de Chiapas o Tabasco para atacar a los indocumentados. Y no están equivocados, ellos, los maleantes, son los más fieles testigos de que es cierto el discurso de Duarte de Ochoa que pregona que en Veracruz “no pasa nada” pues a ellos nada les pasa, están como en su casa.

 

ELLOS, LOS NOBLES

 Vaya que descubrieron el hilo negro con la noticia de que en el Partido Revolucionario Institucional (PRI) operaba una red de prostitución. Lo sucedido en la dirigencia priista del Distrito Federal donde el líder Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre lo usaba como prostíbulo, no es nada nuevo. La prostitución política y carnal en el tricolor es la historia más vieja que puede existir y ocurre en todo el país. Es más, desde hace tiempo en Xalapa se cuentan anécdotas bochornosas del tricolor cuando despachaban en la dirigencia estatal Jorge Carvallo Delfín y Erick Lagos Hernández, los “niños de la fidelidad”. Y qué decir de la actual dirigente, Elizabeth Morales que incrustó en el partido todo un sequito de bellas edecanes que en la prensa han sido bautizadas como “Las Barbies” y que han desatado una oleada de especulaciones punzantes con alto contenido sexual.

 También en cada municipio, en cada seccional y hasta en cada barrio hay historias del tráfico de influencias y contratación de personal en los organigramas priista a cambio de favores sexuales. Nada nuevo, pues. Sin embargo el tema se presta no solo al morbo sino también a las comparaciones. De entrada Gutiérrez Moreno también es el ejemplo de aquellos dirigentes de sindicatos que acumulan riquezas extraordinarias a costa de sus representados, y que literalmente viven como reyes y ostentan sobrenombres ligados a los estatus monárquicos.

 Por ejemplo, a Cuauhtémoc Gutiérrez se le conoce como “El Basuritas Junior” o el “Príncipe de la Basura”, pues es hijo del extinto Rafael Gutiérrez Moreno conocido durante décadas como “El Rey de la Basura” y de Guillermina de la Torre, lideresa también de los pepenadores en la capital del país.Entre ambos padres, Rafael y Guillermina, construyeron un emporio no solo a base de regentear las organizaciones sindicales de los recolectores de basura en todos los depósitos de desechos del Distrito Federal sino de utilizarlos como un ejército de operadores priistas que además de votar corporativamente por ese partido en cada elección también realizaban el trabajo sucio ya sea como grupo de choque para agredir a militantes de oposición o como “mapaches” para robarse las urnas con votos y “reventar” procesos comiciales.

 En Veracruz hay la versión local que también tiene título nobiliario pero ligado a la monarquía rusa.Se trata de Antonino Baxin Mata, dirigente del Sindicato de Limpia Pública en el puerto de Veracruz, presidente del Congreso del Trabajo en la entidad y actual diputado priista, conocido como “El Zar de la Basura”, quien también ha hecho una fortuna personal a costa de la explotación de los pepenadores, ha escalado políticamente, y para rematar tiene la misma pinta física que el defeño. ¿Será cuestión de sangre azul que todos los nobles se parecen?

 En temas de prepotencia con la prensa, El Príncipe de la Basura y El Zar de la Basura son del mismo rasero pues Gutiérrez de la Torre se portó agresivo en la entrevista que le hizo la periodista Carmen Aristegui en cuyo espacio radiofónico se destapó red de prostitución y hasta amagó con presentar denuncias penales por difamación en contra de su noticiero. Mientras tanto, en la aldea Antonino Baxin hace algunos días llamó “muertos de hambre” y “jodidos” a reporteros de Coatzacoalcos que lo cuestionaron sobre el origen y legalidad de su riqueza. Esos señores se sienten intocables. Así son ellos, los nobles.

Claro, al igual que sucede con los pepenadores del DF en Veracruz los trabajadores de Limpia Pública también han sido utilizados como grupos de choque contra la oposición durante los procesos electorales. No hay que olvidar la famosa banda de golpeadores conocida “boinas verdes” que operó en la zona conurbada Veracruz-Boca del Río. La misma fue ideada por el ex gobernante estatal, aquel que no debe ser nombrado, y la integraban las huestes de Baxin y presidiarios del penal Ignacio Allende a los que dejaban salir el día de las votaciones para cometer todo tipo de tropelías.

 Eso sí, a diferencia del príncipe capitalino, el zar veracruzano no confiesa ni con tirabuzón el monto de su riqueza que, según la leyenda, incluye carros recolectores de desechos, ranchos ganaderos, casas, departamentos, concesiones de taxis y autobuses, coches y camionetas de lujo para su uso personal y por supuesto abultadas cuentas bancarias. Todo a base de explotar a los pepenadores y usarlos como arietes en asuntos electorales.

 Por cierto, en una entrevista realizada por el columnista capitalino Francisco Garfías a Cuauhtémoc Gutiérrez a principios del mes de marzo, éste le confió la lista de sus propiedades entre las cuales está un restaurante en el puerto de Veracruz. ¿Alguien sabe cuál es?, ¿será una sucursal extendida de la red de prostitución? Todo es posible.

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