Adén.- Varias explosiones en el aeropuerto de Adén, capital provisional de Yemen, dejaron al menos 26 muertos y más de 50 heridos, ocurrieron cuando aterrizaba un avión que transportaba al nuevo gobierno de unión del país en guerra.
Según un corresponsal de la AFP, al menos dos explosiones se produjeron cuando el avión aterrizó y los funcionarios comenzaban a salir de su interior.
Fuentes médicas y gubernamentales indicaron que hubo al menos 26 muertos y más de 50 heridos, de acuerdo a un nuevo balance.
Ruidos de explosiones y disparos se escucharon antes de que saliera un espeso humo negro de un edificio del aeropuerto mientras caían escombros, lo que provocó pánico entre los presentes, según imágenes del canal de televisión saudita Al-Hadath.
“Estamos bien”, tuiteó el nuevo ministro de Relaciones Exteriores, Ahmed ben Mubarak.
El portavoz del gobierno, Rajeh Badi, pidió por su parte una “investigación internacional sobre este acto delictivo”.
Entre las víctimas hay civiles, guardias de seguridad y funcionarios locales, pero todos los miembros del gobierno “están bien”, dijo.
El avión llegaba procedente de Riad, la capital de Arabia Saudita, donde el gobierno yemení se exilió después de que los rebeldes hutíes se apoderaran de la capital Saná en septiembre de 2014 así como de vastas regiones del país, desencadenando una sangrienta guerra.
Adén se convirtió luego en la capital temporal del país.
Arabia Saudita se puso al frente de una coalición en 2015 para ayudar al gobierno a combatir a los rebeldes, apoyados por Irán, su rival regional.
Pero el frente antihutíes, que reúne a las fuerzas progubernamentales y a los separatistas del sur, se fracturó en los últimos años.
Para cerrar filas, Riad negoció un acuerdo de reparto del poder en el sur e intentaba desde hace más de un año formar un nuevo gobierno de unión para mantener la unidad de la coalición frente a los hutíes, que estaban a punto de tomar el control de Marib, último bastión del gobierno en el norte.
El nuevo gobierno de unión yemení fue formado el 18 de diciembre bajo el impulso de Arabia Saudita.
El ministro de Información, Muammar al-Iryani, acusó en Twitter a los rebeldes hutíes de haber llevado a cabo este “ataque terrorista”.
El primer ministro, Main Said, también se refirió a un “acto terrorista cobarde”, pero sin mencionar a los hutíes. “Esto sólo aumentará nuestra determinación de cumplir con nuestro deber”, tuiteó.
Los hutíes, así como los grupos yihadistas Al Qaida y Estado Islámico, han llevado a cabo en el pasado ataques contra el gobierno yemení y sus partidarios.
El enviado de la ONU para Yemen, Martin Griffiths, condenó las explosiones que “mataron e hirieron a varios civiles inocentes”.
Es “un trágico recordatorio de la importancia de volver a poner urgentemente a Yemen en el camino de la paz”, dijo en Twitter.
La guerra en Yemen sumió a este país, el más pobre de la Península Arábiga, en la peor crisis humanitaria del mundo según la ONU, con la población al borde de la hambruna y amenazada por epidemias.
La formación del nuevo gobierno y su llegada a Adén se producen tres semanas antes de la toma de posesión del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, quien es muy crítico con Arabia Saudita.
Al futuro inquilino de la Casa Blanca no le han faltado críticas a Riad, en un contexto de recurrentes controversias sobre las violaciones de derechos humanos en el reino y el desastre humanitario en Yemen.