CDMX.- En México, existe un racismo estructural, histórico, institucional y sociológico desde hace décadas que perjudica directamente a las comunidades indígenas y afrodescendientes, por lo que el gobierno debe de visibilizar estos casos y establecer medidas para poder terminar con este problema, acusó el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).
Expertas en la materia resaltaron estas medidas para hacer valer los derechos de estos sectores vulnerabilizados a través del webinario Científico Pronaces Seguridad Humana del Conacyt, en donde se estableció que en el país hay instituciones y grupos de poder que impiden esto.
Mariana Mora Bravo, investigadora del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social, señaló que desde hace 15 años se había desfigurado la violencia estructural a los sectores vulnerabilizados, además declaró que en el Estado mexicano falta información sobre los casos de violencia que existe desde las instituciones de gobierno para estas comunidades
Destacó que un ejemplo son los casos de Ernestina Ascencio y los 43 normalistas de Ayotzinapa, en donde establece “una verdad histórica” limitando a las declaraciones o evidencias que demuestran la vulnerabilidad de las víctimas frente a un grupo de poder.
Otro caso de racismo institucional que hace el Estado mexicano desde las instituciones se da en los programas sociales, por lo que la investigadora puso como ejemplo programas que establecían una serie de hábitos que tenían que seguir las personas para no seguir “actuando” como lo que establece la sociedad como es el comportamiento de una persona en extrema pobreza.
Estableció que fue desde el gobierno de Felipe Calderón cuando se estableció en el imaginario de la sociedad mexicana que las personas que integran estos grupos sociales y por falta de cuestiones “morales” son que se unen en los grupos delictivos en el país.
Alejandra Navarro Smith enfatizó que hay casos en donde se puede visibilizar que las instituciones reproducen este pensamiento en el imaginario de la población mexicana, en donde resta valor a las comunidades indígenas, por ejemplo, cuando se les obliga a hablar su idioma y a folclórizar su cultura, pero no se obliga al resto de la población mexicana a respetarlos.
Las expertas indicaron que el estado mexicano debe de tratar de eliminar estos procesos de desigualdad social, visibilizando todos los actos de que desde las instituciones se realiza para impulsar el racismo en el país.