CDMX.- La DEA y la policía catalana acreditaron contactos entre el priista Fidel Herrera, exgobernador de Veracruz, y narcos y blanqueadores de dinero desde su arribo a Barcelona, donde fue cónsul de México de 2015 a 2017.
De acuerdo con la investigación The Cartel Project, de Forbidden Stories, en la que participaron 25 medios internacionales como El País, The Washington Post, The Guardian y Le Monde, el político mexicano estuvo bajo la lupa desde su aterrizaje en España.
“El motivo: su presunta conexión con el narco”, afirma el reportaje
La DEA y los Mossos d’Esquadra, la policía autonómica de Cataluña, descubrieron que el cónsul combinaba la misión diplomática con relaciones tóxicas y poco recomendables que plasmaron en un diagrama.
Antoni Rodríguez, responsable de la División de Investigación Criminal de los Mossos, acreditó vínculos entre Herrera y Simón Montero Jodorovich, miembro de una célebre estirpe de narcos originaria de Centroeuropa que se asentó en Cataluña en los años 30 y que está siendo investigado por tráfico de drogas, blanqueo y tenencia ilícita de armas.
Los Mossos también detectaron una estrecha relación de Herrera con el empresario mexicano Bernardo Domínguez Cereceres, propietario del grupo editorial Malpaso y socio de Jordi Pujol Ferrusola, el mayor de los siete hijos del ex Presidente catalán Jordi Pujol. Arrestado en 2018, Domínguez Cereceres está investigado por blanquear presuntamente fondos para la saga del ex dirigente catalán.
El diagrama de tentáculos tóxicos ligaba también a Herrera con el narco mexicano Juan Manuel Muñoz Luévano, alias “Mono” Muñoz, presunto enlace en Europa del cartel de los Zetas que fue arrestado en Madrid en 2016 por blanqueo y narcotráfico.
El nexo Herrera-Mono se fraguó, según los investigadores catalanes, a través de Humberto Moreira, ex presidente del PRI detenido también en Madrid en 2016 por su conexión con los Zetas.
“A los servicios de inteligencia criminal de los Mossos llegaron informaciones sobre cómo el cónsul de México podía estar relacionado con redes de blanqueo y grupos de importantes narcos de Cataluña”, indicó Antoni Rodríguez.
La fase de acumulación de pruebas arrancó después de que los Mossos d’Esquadra recibieran informes confidenciales que conectaban al político con los cárteles de la droga, según publica El País sobre la investigación.
Fidel Herrera figuró en 2013 en la lista Forbes de los 10 políticos más corruptos de México y, ese mismo año, fue señalado en un juicio en Texas por el operador financiero del cartel del Golfo, José Carlos Hinojosa, por recibir supuestamente 12 millones de dólares del narco para la campaña que le catapultó al Gobierno del Estado de Veracruz, uno de los más violentos y endeudados.
Los Mossos no pudieron convertir los indicios contra Herrera en una causa judicializada. No les dio tiempo. El priista renunció en enero de 2017 a su puesto como cónsul de México en Barcelona. El detonante fue un escándalo que le vinculaba con la compra de material sanitario y medicinas falsas para tratar el cáncer durante su etapa como Gobernador de Veracruz.
“Junto al radar de los Mossos, Estados Unidos también siguió de cerca los movimientos de Herrera. Altos funcionarios policiales estadounidenses monitorizaron los pasos en México, España y EU del cónsul en Barcelona”, cita el reportaje.
“A Herrera siempre le gustó el soborno”, explica un alto oficial de la DEA.
Esta fuente vincula al dirigente con intereses en el universo de las carreras de caballos y en los sectores petrolíferos y minero. Y no confirma -como es norma en la DEA- si la agencia investiga hoy a Herrera.
Jorge Rebolledo, consultor de seguridad con más de una década de experiencia en Veracruz, explica así la vidriosa relación del dirigente con el crimen: “Herrera dejó (al cartel de los Zetas) hacer negocios y se benefició económicamente de su presencia”.
Afectado por un derrame cerebral, Herrera, de 71 años, siempre ha negado las acusaciones. Su hijo Javier dice hoy a través de Twitter que su padre está demasiado débil para responder a las preguntas.