Córdoba.- Un maestro que fuera acusado por un constructor, de presuntamente vender terrenos intestados, los cuales éste último argumentó que eran suyos, negó ayer los señalamientos y desmintió la versión del presunto afectado, asegurando que se trata de una persona con salud mental deficiente.
El pasado jueves, llegó a este diario el constructor Francisco Reyes Ramos, de 78 años y con domicilio en la calle 16, número 304, entre avenidas 3 y 5 de esta ciudad, quien señaló como autor principal de este hecho a Iván Carretero, así como a los hermanos Marcos y José Luis Gómez Pérez.
Entre los documentos comprobatorios que mostró, se encuentran las copias de la escritura pública número 1486, que contiene contrato de compra-venta, respecto de una casa y solar, ubicado en la calle 16, y otro predio ubicado en la calle 16, entre venidas 3 y 5, otorgado por Luciano Rivera, a la hija de éste y esposa del constructor, también finada, María Rivera, y sus hermanos José Luis y Julia Pérez Rivera, Petra Rivera y Tomás Flores Rivera.
Otro documento fue el acta 4213 de la notaría pública 5, a cargo de Agustín Limón Krauss, de fecha 12 de marzo de 1977, donde compareció la que dijo fue su esposa, María Hernández, como albacea universal y heredera única de la sucesión testamentaria, a bienes de su madre Vicenta Hernández Martínez.
Sin embargo, mediante una carta suscrita por el maestro Marcos Humberto Gómez Pérez, repudió las acusaciones de Francisco Reyes “cuya salud mental es notoriamente y públicamente deficiente, y su conducta ha ocasionado una serie de conflictos con vecinos, llegando incluso a ser detenido por haber agredido y golpeado a uno de ellos”.
Aclara que “es totalmente falso que mi familia y el de la voz venda o haya vendido, en complicidad de persona alguna, bienes intestados de nuestra abuela María Rivera Hernández. También es pertinente aclarar que no es cierto que los bienes que dice el señor Francisco Reyes Ramos están intestados, y tampoco son propiedad de éste, dado que los mismos pertenecen a mis hermanos y a un servidor, cuyas propiedades acreditamos con las escrituras públicas 491 y 492, del 17 de abril del 2012, levantadas ante el notario público número 5 de Ixhuatlán del Café, a cargo del licenciado Carlos Cárdenas Morales, e inscritas en el Registro Público de la Propiedad Local, bajo los números 2912, sección I, de fecha 17 de mayo del 2012, y 2692, sección I, de fecha 8 de mayo del 2012”.
También, explicó el declarante, “cabe mencionar que nuestro bisabuelo Luciano Rivera nunca fue suegro del señor Francisco Reyes Ramos, puesto que éste último nunca contrajo matrimonio con nuestra abuela María Rivera Hernández. Debido a que el señor Francisco Reyes Ramos no sabe leer ni escribir, y por su deficiente estado de salud mental, está actuando no por voluntad propia, sino manipulado por terceras personas, con claros intereses mezquinos, causando daño social, moral y económico a mi familia y al suscrito. Por ello acudiré ante las autoridades competentes a denunciar la difamación y el daño moral, causado por el señor Francisco Reyes Ramos y las personas que lo manipulan”.
Antonio Osorio
El Buen Tono