La detección en la Tierra de partículas subatómicas procedentes del Sol ha permitido comprobar que en nuestro astro rey no solo tiene lugar el ciclo de fusión nuclear típico de las estrellas pequeñas, la denominada cadena protón-protón con la que convierten hidrógeno en helio.
En concreto, el uno por ciento de los neutrinos solares interceptados guarda indicios de otra reacción más compleja propia de las estrellas gigantes, en las que sería la fuente de energía dominante: el ciclo CNO de carbono, nitrógeno y oxígeno.
Los detectores más modernos no solo permiten apreciar la energía de un neutrino, sino determinar su origen, así que los científicos que realizan el experimento Borexino en el Laboratorio Nacional del Gran Sasso (Abruzos, Italia) desarrollaron un proceso que filtra los falsos positivos.