Madrid.- Dos periodistas españoles que permanecieron seis meses secuestrados en Siria por un grupo simpatizante de Al-Qaeda llegaron ayer domingo a España tras ser liberados.
El periódico El Mundo había reportado previamente que su corresponsal de guerra Javier Espinosa se comunicó con ellos el sábado por la noche desde Turquía, donde él y el fotógrafo Ricardo García Vilanova estaban bajo resguardo militar.
Se desconoce si escaparon o si los liberó la organización extremista Estado Islámico en Irak y el Levante, que los secuestró el 16 de septiembre en un retén del noroeste de Siria cuando trataban de salir del país.
Siria es la zona de conflicto más peligrosa del mundo para los periodistas, debido en parte al riesgo que afrontan de ser secuestrados por rebeldes o fuerzas progubernamentales. Casi 30 profesionales de los medios de comunicación han muerto desde que comenzó el conflicto en mazo de 2011.
La mayoría de los secuestros del año pasado se dieron en territorios controlados por rebeldes, particularmente en el caótico norte y oriente de Siria, donde el Estado Islámico tiene presencia.
Con la libertad de Espinosa y García, restan cuando menos nueve corresponsales extranjeros más desaparecidos en Siria así como 10 reporteros locales.
Su liberación fue para amigos y familiares un motivo de regocijo después de meses de estrés. La reportera española Mónica García Prieto, pareja de Esteban, expresó el domingo “felicidad pura” en un mensaje por Twitter.
El trabajo de Espinosa como corresponsal es muy respetado. En febrero de 2012, resultó herido durante un ataque de artillería del ejército contra la ciudad de Homs, en el centro de Siria, en el que murieron el fotoperiodista francés Remi Ochlik y la reportera estadounidense Marie Colvin, quien trabajaba para un periódico británico. Espinosa salvó la vida porque una pared lo protegió de las esquirlas.
Los periodistas extranjeros no son el único blanco de secuestros. Los activistas sirios, que proveen información desde el lugar de los hechos, también corren peligro.
Un portavoz del Ministerio de Defensa de España informó que el gobierno utiliza “máxima discreción” cuando se trata de periodistas secuestrados y no quiso comentar si se negoció algún rescate. La funcionaria habló con la condición del anonimato en línea con las normas.
El grupo Reporteros sin Fronteras afirma que el Estado Islámico retiene a unos 20 periodistas y el gobierno a un número desconocido.
El surgimiento de grupos extremistas suníes, en especial el Estado Islámico, aumenta los peligros a los reporteros y activistas que pretenden cubrir la revuelta.
Marc Marginedas, otro periodista español secuestrado en septiembre por el mismo grupo, fue liberado a comienzos de marzo.
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