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- Autoridades deben ayudar a la población a salir de la emergencia sanitaria, no estarlo manteniendo
ORIZABA.- “El pobre no es para ser usado, es para ser amado”, así lo manifestó el obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino, quien agregó que se tiene que ayudar para que al salir de su emergencia sea sujeto de su propio desarrollo y no mantenerlos permanentemente en la dependencia enfermiza.
En el marco de la misa dominical del mediodía en la catedral de San Miguel Arcángel, misma que representó el cierre del año litúrgico, el obispo en su mensaje manifestó que son tiempos de solidaridad, de hermanamiento ante los tiempos difíciles que se están viviendo.
“Ya sea por quien por la enfermedad se quedó sin trabajo, quien la está padeciendo fuerte y tiene que estar midiendo la comidita en la casa y los gastos extras y el pago de la luz, a veces necesitamos asumir actitudes de asistencia adecuada”, manifestó el prelado.
Dijo que “con mucho respeto, con mucho cariño a la dignidad de quien lo necesita, tenemos que ser muy respetuosos y prudentes cuando tendemos la mano a quien lo necesita porque no podemos utilizar al pobre a nuestro beneficio, ni siquiera de autogratificación”.