El Gobierno británico ha pedido a la agencia reguladora de medicamentos (MHRA) que analice la vacuna contra la COVID-19 de Pfizer y BioNTech para poder empezar a suministrarla en diciembre a los grupos más vulnerables y a partir de enero al conjunto de la población.
El Ministro británico de Salud, Matt Hancock, explicó en una rueda de prensa que Pfizer ha comenzado a mandar los datos requeridos por el regulador independiente y completará la información en los próximos días.
“Si el regulador aprueba una vacuna, estaremos listos para empezar la vacunación el próximo mes y el grueso del despliegue (llegará) con el nuevo año”, dijo.
Hancock matizó que el ritmo de la campaña de vacunación irá necesariamente ligado a la velocidad con que se produzca el preparado.