Un estudio publicado en Nature Astronomy revela la existencia de una multitud de microcráteres que contienen en el fondo agua helada. Se les llama “trampas frías”.
Imagínese en la Luna, cerca de uno de sus polos: vería una miríada de pequeñas sombras que salpican la superficie; la mayoría de ellas son más pequeñas que una moneda. Cada una sería extremadamente fría, lo suficiente como para albergar hielo”, describe Paul Hayne, del departamento de astrofísica de la Universidad de Colorado, en Estados Unidos.
Durante mucho tiempo se creyó que la Luna era un astro muy árido pero en 2008 unos investigadores descubrieron moléculas de agua en el interior de magma traído por astronautas de las misiones Apolo.
De modo que la superficie total de agua en la Luna abarcaría 40 mil km2, de los cuales el 60% en el polo Sur, “lo que sugiere que el agua está más extendida en la Luna de lo que se creía”, explica a la Hayne.