Córdoba.- El agua del país se agota. Factores como la sobreexplotación de los mantos acuíferos, el cambio climático y el continuo crecimiento demográfico, provocarán que en un margen de 15 años algunas regiones del país sufran una “grave escasez” de agua, según reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Con motivo de la conmemoración del Día Mundial de Agua (próximo 22 de marzo), el INEGI presentó un análisis de previsiones para el año 2030, asegurando que para esa fecha, el agua renovable per cápita en algunas regiones alcanzará niveles cercanos o incluso inferiores a los mil metros cúbicos por habitante al año. “La situación es grave”, advierte el informe, sobre todo si se considera que actualmente el agua renovable per cápita asciende a 4 mil 168 metros cúbicos.
Según el INEGI, sólo en 2012 se perdieron alrededor de 6 mil millones de metros cúbicos de agua del subsuelo como resultado de las actividades del sector agrícola, la industria y los hogares. En este último caso, las mujeres llegan a invertir hasta el 64% de su tiempo en el acarreo de agua.
Un dato significativo es que el 80% del agua residual que retorna al medio ambiente no recibe ningún tipo de tratamiento. Para llevarlo a cabo se requieren poco más de 64 mil 632 millones de pesos. El río San Antonio, en nuestra localidad, es un buen ejemplo de ello.
El fotógrafo y activista Lenin Suriano Moreno ha denunciado durante años la destrucción de los principales ríos de la región, y en especial el río San Antonio. Señaló que la pavimentación del afluente, proyecto para el que la administración del ex alcalde Juan Antonio Lavín destinó casi 90 millones de pesos, provocó un “daño terrible” a la zona, perdiendo su capacidad de recuperación.
El paseo del río San Antonio, afirma el activista, se ha convertido en la actualidad en un foco de infecciones con criaderos de fauna nociva, como moscos, zopilotes o ratas. “Se pueden observar toneladas de basura, residuos sólidos, llantas y drenajes sin tratamiento de aguas y con conexión directa al río. La mayoría proviene de la innumerable cantidad de casas y edificios del centro de la ciudad. Ésta es la triste realidad”.
Suriano encabeza un proyecto denominado “Rescate del paseo del río San Antonio”, con el que ya se han sembrado alrededor de 140 árboles de distintas especies en el afluente y con el que pretenden concientizar a la sociedad sobre la importancia de proteger estas zonas vitales para el medio ambiente.
Otra zona afectada es el río Atoyac. Desde hace casi cinco años, cuando la administración del ex alcalde Lavín creó el proyecto Bandera Blanca para tomar agua del manantial y abastecer a las comunidades de la sierra del Gallego, los conflictos por el agua han sido permanentes.
Miguel Ángel C. Mauss/Omar Sosa García
El Buen Tono