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Despiden a portero de los Tiburones

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Veracruz.- Este lunes en la ciudad de Veracruz se realizaron los velorios del juvenil futbolista Alan Quevedo Orozco y del ex taekwondoíon Miguel Eliacim Caldelas Morales, quienes murieron asesinados durante la madrugada del domingo, esto en la carretera Veracruz-Medellín a la altura del acceso al Fraccionamiento Arboleda San Ramón.

Ambos velorios se llevaron a cabo en ‘Funerales Ramírez’ ubicado en la avenida 20 de Noviembre casi esquina Juan Enríquez, donde se pudo observar gran afluencia de personas que acudieron a dar el último adiós al futbolista y al ex taekwondoín. Los padres de Alan Quevedo, Gerson Quevedo Camarillo y Marisela Orozco, se encuentran dolidos y tristes por la situación que hoy viven, pero a pesar del momento decidieron hablar sobre los lamentables decesos y en torno la inseguridad que vive el estado jarocho.

La madre del juvenil futbolista relató los incidentes, “iban en Arboleda San Ramón en un carro de mi yerno y los interceptaron dos carros, uno les tapó el paso y los balearon; es horrible, mi niño tenía 15 años y tenía futuro jugando el fútbol”, expresó con un nudo en la garganta.

La ilusión de Alan era que los Tiburones Rojos se salvaran del descenso para seguir luchando por una oportunidad en el primer equipo, “la ilusión de mi hijo era jugar al fútbol, era su meta en la vida, era todo para él. Él decía que él confiaba en los jugadores de primera división para que se salvara el equipo y no descendieran, lo que le iba a dar la oportunidad de seguir mostrándose en una filial de un equipo de primera división”, comentó la señora.

Dijo que su hijo era responsable y muy hogareño, “la verdad no nos imaginamos algo así, mi hijo era fútbol, escuela, casa, no había un porqué, y mi yerno igual fue deportista, ya había terminado la carrera, estaba trabajando, era un buen muchacho, no hay un porqué de tanta inseguridad que se vive”, afirmó.
 
A las autoridades les envió un mensaje claro, “les pido justicia, se me hace injusto que mi hijo de 15 años esté muerto; al Gobernador (Javier Duarte de Ochoa) le pido que le ponga ganas al caso y que a éstos que le quitaron la vida a mi hijo paguen por lo que hicieron”, sentenció.

Por otra parte el padre de Alan Quevedo, Gerson Quevedo Camarillo, lamentó la situación en la que su hijo perdió la vida, “es triste el haber perdido a mi hijo y a mi yerno, muy triste porque mi hijo tenía la ilusión de llegar a ser jugador de Tiburones en primera división. Había participado en fuerzas básicas, parecía que si tenía condiciones para llegar a ser jugador profesional”, informó.

Fuente: Notiver

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