Rusia.- La decisión de Crimea de separarse de Ucrania provocó las sanciones más duras de Occidente contra Rusia desde la Guerra Fría, con Estados Unidos y la Unión Europea congelando cuentas y prohibiendo viajes, mientras el presidente Barack Obama prometió “incrementar el costo” si el Kremlin no retrocede.
La agitación política de Ucrania se ha convertido en la crisis de seguridad más severa de Europa en años, mientras las tensiones aumentan desde que las tropas rusas tomaron el control de Crimea hace dos semanas. Un gran número de soldados rusos también se encuentra apostado cerca de la frontera con la región ucraniana rusoparlante, que tiene marcadas diferencias con el nuevo gobierno en Kiev.
El presidente interino de Ucrania elevó las tensiones en el terreno al convocar a 20,000 reservistas militares y voluntarios de todo el país y movilizó a otros 20,000 de la recién formada guardia nacional.
En Simferópol, capital de Crimea, rusos étnicos aplaudieron el referendo que pide la secesión de Ucrania y la anexión a Rusia.
Hombres enmascarados en vehículos blindados impidieron el acceso a la mayoría de periodistas a la sesión legislativa donde se declaró la independencia.
Estados Unidos ya anunció sanciones contra siete funcionarios rusos, mientras que la Unión Europea congeló activos y restringió los viajes a 21 autoridades de Rusia y Ucrania.
El referendo en Crimea también podría hacer que crezca el sentimiento ruso en el este de Ucrania, lo que podría profundizar las divisiones en este país de 46 millones.
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