Andrés Timoteo
Columnista
LA OBSEQUIOSA
En el texto anterior se mencionó el episodio de cortesía política que se dio entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el alcalde panista de Veracruz, Fernando Yunes Márquez quienes compartieron templete en el acto oficial realizado en el Museo Naval del puerto, el domingo, antes de que el tabasqueño viajara a Córdoba que fue el tercer municipio que visitó en su gira. Allí, pese a la tensión por la diferencia de proyectos ideológicos, López Obrador saludó y destacó la presencia del edil panista.
La prestancia vino de parte del mandatario federal no del anfitrión local, algo diferente a lo sucedido en Córdoba donde la alcaldesa, también panista pero ya a un paso de saltar al morenismo, Leticia López Landero se desvivió con el presidente. De inicio, hay la versión de que el ayuntamiento estuvo detrás de la serie de anuncios espectaculares que se colocaron en diversas partes de la ciudad dando la bienvenida a López Obrador.
Otros dicen que algunas de esas lonas fueron costeadas por el secretario de Educación, Zenyazen Escobar, quien también quiso congraciarse con el presidente, aunque no fue convocado ni al templete ni a la caravana de acompañantes. Además de eso, la alcaldesa le regaló a López Obrador un bate de beisbol con la leyenda “Córdoba brilla contigo” a sabiendas que el tabasqueño es fanático de ese deporte, según la gacetilla que la vocera municipal, la duartista Martha Marañón, insertó con algunos articulistas.
Por supuesto, el mensaje en el utensilio deportivo tuvo doble sentido, es el eslogan del ayuntamiento y el halago al nuevo caudillo de la obsequiosa alcaldesa. Ya desde diciembre del 2018 cuando iniciaron los gobiernos morenistas a nivel federal y estatal, López Landero se declaró sin tapujos “soldado” de la “cuarta transformación”.
Vaya que la edil cordobesa es una veleta en cuestiones de simpatía política porque ahora se dice fiel servidora y dispuesta la batalla por López Obrador, le coloca anuncios de bienvenida, le da regalos y lo califica como un “brillo” para Córdoba, pero en abril del 2018, en plena la campaña electoral, usó la autoridad municipal para negarle el parque 21 de Mayo al mismo que ahora chocholea. ‘La necesidad tiene cara de perro’, dirían los abuelos en el pueblo.
Hoy, la alcaldesa es otra frente al poderoso, aunque los cordobeses no olvidan ni dejan que el presidente sea engatusado. De ahí que en los foros y chats de las cuentas de la Presidencia de la República donde se transmitió el evento hubo una andanada de denuncias contra López Landero y su desastroso desempeño en el ayuntamiento. “¡Fuera Lety!” fue lo menos duro que le escribieron pues de farsante, ladrona, ineficaz y mentirosa no la bajaron.
Es más, hubo quien sugirió al presidente López Obrador que se diera una vuelta por los fraccionamientos Campestre y Las Cañadas del Barreal para que vea la residencia donde habita la edil y las que se está construyendo. Ahí, señalaron los cordobeses, va a parar el presupuesto municipal de Córdoba. Las obras públicas más destacadas de la administración local están en esos lugares, en las ‘casitas’ de los Luz López.
Otros de plano convocaron a colectar “conos de huevo” para sacar a huevazos a Leticia López Landero y a su familia del ayuntamiento. Y por más que empleados municipales -dicen que comandados por el hijo y director del DIF, Isaac Luz López y la vocera Marañón- pretendieron neutralizar las denuncias con mensajes favorables, estos fueron avasallados y de plano hubo tanto repudio que en algún momento la página digital colapsó. Así es la rabia popular que se ha acumulado hacia los Luz López en Córdoba.
AZOTÓN KÁRMICO
En ese mismo acto presidencial en Córdoba hubo un karma para otro personaje de la “cuarta transformación” – esté si propio de esa corriente partidista y no advenedizo como la señora López Landero-, Manuel Huerta Ladrón de Guevara quien cayó y rodó, pero no política -todavía- sino físicamente. Sí, se tropezó en la calzada empedrada de la ExHacienda de Toxpan y acabó en el suelo.
Al delegado estatal de los Programas del Bienestar, que popularmente llaman “superdelegado” tuvieron que llevarlo a un hospital de la ciudad para que le zurcieran alguna herida y le atendieran los hematomas. Luego reapareció con parches médicos y gafas negras para tratar de disimular las secuelas del azotón.
¿Accidente o karma? Muchos juran que es lo segundo y aunque al final de su discurso en Córdoba el presidente López Obrador hizo un brevísimo reconocimiento a Huerta Ladrón de Guevara por su trabajo con los operadores electorales llamados “Servidores de la Nación”, este no le ocupó más que una línea en su pronunciamiento y se dio casi hasta al final de su gira de dos días por Veracruz.
En los eventos de Jalapa y Veracruz no hubo ninguna referencia a este funcionario el cual también fue excluido del presídium a pesar de que la gira fue para evaluar los llamados Programas del Bienestar. Algunos señalan que las últimas palabras del tabasqueño fueron porque antes de iniciar su mensaje le avisaron del azotón que sufrió el delegado y le quiso ‘sobar el golpe’. Risas.
No obstante, tras bambalinas se dice la “sana distancia” de López Obrador con Huerta Ladrón de Guevara es por la previsión del escándalo que se avecina ya que éste último está denunciado por abuso sexual contra una de las empleadas de la delegación que preside a la cual llevó a un motel con engaños y a base de amenazas laborales la obligó a sostener un encuentro carnal el 22 de septiembre del 2019, hace un año.
La denuncia de la víctima consta en el expediente CEJUM/DX/FE/290/2020 de la Fiscalía Especializada en Investigación de Delitos de Violencia contra la Familia, Mujeres, Niñas y Niños y de Trata de Personas, y es, obviamente, un instrumento que tiene el gobierno cuitlahuista -que no es parte de su tribu partidista al interior de Morena- para neutralizarlo cuando vengan los tiempos electorales.
Sea una cosa u otra, retratarse en eventos al lado de un presunto violador de mujeres sería un festín para sus críticos y por eso el presidente optó por dejar fuera del templete y de las fotografías a Manuel Huerta Ladrón de Guevara. En Jalapa, muchos ya ven lo sucedido en la ExHacienda de Toxpan como el inicio de la revancha kármica y hasta están pensado hacer peregrinaciones para colocar ofrendas en la calzada empedrada que hizo caer al funcionario y agradecerle a los chaneques malcriados que moran el lugar por el asotón que le propinaron, tanto el físico como el político, al ínclito. ¿Será?
HORDA DE ORCOS
En la zona centro, dos personajes de la llamada “cuarta transformación” usan recursos públicos para lanzar ataques contra reporteros que cuestionan su desempeño o que simplemente no se han sumado al séquito de propagandistas que tienen a su alrededor. Se trata del diputado local y presidente de la mesa directiva en el congreso del estado, Rubén Ríos Uribe y del titular de la SEV, Zenyazen Escobar García.
Los dos han lanzado una campaña de difamación y agresiones en las redes sociales contra varios reporteros acusándolos de extorsionadores y financian varias cuentas en Twitter y Facebook para alojar mensajes de odio y descalificación contra el gremio reporteril. El operador de esos libelos digitales es Aldo Valeriano, actual jefe de prensa de la legislatura estatal quien estaría desviando fondos parlamentarios para costear las campañas de agresión contra los colegas en la zona centro.
En una denuncia pública hecha por algunos de los afectados identifican a los que actúan en esta campaña de desprestigio: “No es la primera vez que el Dipucheves (Ríos Uribe) y el Tarzan Boy (Escobar García) se lanzan contra el gremio periodístico por no hablar bien de ellos, pero qué hay de bueno que hablar de ellos si su política de ambición personal e improvisada de nada ha servido a los ciudadanos. ¿Cuánta importancia nos dan a nosotros los periodistas que hasta publicidad ha tenido que pagar en redes sociales porque sus pretensiones para difamar no alcanzan para sus fines?
No sólo eso, sino que también ocupan recursos del estado para sus difamaciones utilizando a un grupo de personas asignadas a comunicación social del Congreso y de la SEV para seguir y hostigar a reporteros non gratos. Sergio Vallejo, lamebotas de Aldo Valerio y este a su vez del Tarzan Boy son utilizados como viles cocheras para ir de mesa en mesa buscando la difamación de reporteros que lo único que hacen es escribir las pifias del día a día de estos funcionarios improvisados.
Los regidores Ángel Ethien (Jiménez Castañeda) y Gustavo Guzmán (Millán) sirven a la comparsa de los funcionarios estatales y son quienes directamente están al pendiente para que las difamaciones sean publicadas en una página que esconden los nombres de estos ineficientes funcionarios. Sergio Vallejo fue despedido del periódico El Mundo por ineficiente en una sección de deportes y qué decir de Aldo Valerio que no palabras hay para describirlo porque crédito ni en Coppel ni en Elektra le darían”. Hasta ahí la denuncia de los compañeros.
Cabe acotar que los ataques lanzados por los orcos que comandan Ríos Uribe y Escobar García por medio de Aldo Valeriano arrasa parejo porque también agreden ferozmente a compañeras reporteras. Son totalmente misóginos y en la zona centro afirman que nada más falta que les manden a la fidelista Estefanía Yépez, golpeadora del departamento de Comunicación Social en palacio de gobierno a lanzarles escupitajos a las reporteras cordobesas y perseguirlas con la tapadera de la olla de tamales para golpearlas. La horda morenista está desatada y fúrica contra la prensa que no se les somete.