España registró el pasado 8 de mayo su primer caso de un gato infectado por coronavirus. Se trató de un felino de cuatro años llamado “Negrito” que residía con una familia que había estado afectada por la enfermedad. El animal finalmente fue sacrificado. Su caso ha sido estudiado por los científicos, que ya han desvelado los resultados.
Así, este trabajo ha llegado a la conclusión que los gatos se pueden infectar por SARS-CoV-2 y generar una respuesta inmunitaria eficaz contra el virus, pero no son capaces de trasmitirlo de ninguna manera a los seres humanos.
La investigación ha sido llevada a cabo por expertos del Centre de Recerca en Sanitat Animal (Cresa) del Institut de Recerca i Tecnologia Agroalimentàries (Irta), junto al IrsiCaixa, el Barcelona Supercomputing Center y veterinarias del Hospital Veterinari Sant Mori de Badalona (Barcelona) y ha sido publicado en la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS).