Jorge Luis Preciado chasqueó la lengua y se siguió de largo. Andaba de malas. No le gustó que le preguntáramos sobre los reproches que los senadores del PAN, que coordina, le hicieron en la reunión previa de ese grupo parlamentario.
Según Javier Lozano, hasta la renuncia le pidieron, por andar de lengua suelta con la sonada pifia de Felipe Calderón.
Y es que hace más de tres años -diciembre de 2010- el gobierno del ex presidente panista dio por muerto al narcotraficante conocido como “El Chayo”.
Pero Nazario Moreno González no estaba muerto, andaba de templario, como alguien tituló por allí, hasta que perdió la vida, el pasado domingo, en un enfrentamiento con las Fuerzas Armadas en Michoacán.
Preciado calificó públicamente de “ridículo” que el gobierno de Felipe haya oficializado el deceso del peligroso delincuente, sin contar siquiera con el cuerpo.
La crítica a Calderón se produjo en un clima polarizado por las elecciones internas en el PAN. Los senadores azules, incluidos los no corderistas, se lo reprocharon. “Le hicimos un severo extrañamiento por sus imprudentes dichos. Se sirvió de El Chayo para golpear a Calderón”, narró Lozano.
Otras fuentes confirmaron que el senador bajacaliforniano Carlos Mendoza le pidió incluso “hacerse a un lado” si persiste con este tipo de actitudes.
“Preciado reconoció que fue imprudente, pero dice que sacaron sus declaraciones de contexto”, puntualizan las fuentes.
Luis Villarreal anda norteado. El coordinador de los diputados del PAN urgió al secretario de Gobernación que estaba en funciones en diciembre de 2010, cuando dieron por muerto a “El Chayo”, para que salga a dar explicaciones.
Lozano no la dejó pasar. En su cuenta de Twitter recordó que en ese entones el titular en Bucareli era el fallecido Blake Mora.
“Uno (Villarreal) le pide explicaciones a un difunto y el otro (Preciado) habla de ‘falta de impericia’. Si andan de criticones, aprendan a hablar en público”, pidió el senador poblano.
Lozano, por cierto, recordó que Monte Alejandro Rubido, actual secretario técnico del Sistema de Seguridad Nacional, era, en aquel entonces, subsecretario de Prevención de la SSP Federal -y culminó el sexenio anterior como secretario general del Cisen. “Él puso los elementos a Calderón y Poiré para que validaran dicha información”, acusó.
■ Puntos de conflicto en el PRD el día de ayer, según el muy confiable garganta amarilla. Los Chuchos no quieren soltar el control de la dirección del PRD por una poderosa razón: el control de las relaciones con el gobierno.
Traen acuerdo con otra corriente fuerte: Alianza Democrática Nacional, que encabeza Héctor Bautista. Pero entre las dos “expresiones” no alcanzan 60% para tener la presidencia y la secretaría general: Carlos Navarrete en lugar de Jesús Zambrano y Héctor Bautista en el de El Sombritas.
Garganta amarilla jura que desde el gobierno federal “ablandaron” a ADN para que se aliara con Nueva Izquierda.
El cálculo real es que ambas corrientes reúnen apenas 50 por ciento. El 10% restante que necesitan “quieren sacarlo de Nuevo Foro Sol, de los manceras, de los sotelos”, son los que integran la famosa “Tendencia” o “El Pacto de Cocoyoc”.
Nos cuentan que en una de las reuniones de “Tendencia” se enfrentaron el chucho Guadalupe Acosta Naranjo y Carlos Sotelo, aspirante a la presidencia de PRD. Se dijeron de todo. El primero le reprochó al segundo sus “relaciones peligrosas”. La respuesta de Sotelo a Acosta fue “eres un corrupto”, según testigos.
La figura del ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas ha ido creciendo. La mayoría de los gobernadores respaldan su regreso a la presidencia del PRD. Es la única figura que respetan tirios y troyanos. La necesidad de un Tlatoani está en los genes del PRD. Lo necesitan para no enfrentarse.
Hasta en Nueva Izquierda ha habido escisiones por el tema Cárdenas. El coordinador de los senadores, Miguel Barbosa, ha pregonado su respaldo al fundador del PRD.
Navarrete la tiene muy complicada. Una pregunta para el guanajuatense: ¿Está dispuesto a enfrentar a Cuauhtémoc Cárdenas?
Nos dicen que el ingeniero va a iniciar muy pronto una gira por toda la República. Su imagen ha crecido en los últimos meses (ver encuesta de Parametría en el DF). Sus seguidores están seguros de que el recorrido nacional va a “provocar una alzada” y jalarle más simpatías.
“Los Chuchos la tienen complicada. Ojalá reflexionen y no fuercen la ruptura para quedarse con el cascarón”, puntualiza garganta amarilla.
Jesús Zambrano termina su gestión el 21 de marzo próximo. No quiere prolongar el mandato. El escenario probable es que haya un interino de aquí al mes de agosto. Los nombres de dos expresidentes se manejan para ocupar la presidencia de partido, hasta que se realicen las elecciones probablemente en agosto: Pablo Gómez y Acosta Naranjo, aunque el último haya pedido que lo den por muerto.
Un arranque de franqueza llevó al mancerista Raúl Flores, presidente del PRD-DF, a reconocer lo que ya sólo Los Chuchos niegan: “No podemos dejar ir a Marcelo”.
El hombre, vinculado con López Obrador, sabe que Ebrard es un activo que, fuera del PRD, puede costar varias delegaciones. Sabe también que Cuauhtémoc es el factor que garantiza la unidad interna y que “Navarrete es la ruptura”.
La bronca con Marcelo es que, más allá de sus declaradas aspiraciones de encabezar el PRD -lo que parece descartado- y llegar a la candidatura presidencial en 2018, nadie sabe qué otra cosa quiere.
El jefe del PRD capitalino nomás no acaba de entender las contradicciones que hay en su partido. “Todos declaran su admiración por el Frente Amplio de Uruguay, pero nadie hace nada por arreglar las diferencias”, subraya.
De una cosa sí está seguro Flores (y nosotros también): “En 2015 nos necesitamos todos”.
Muy activos anduvieron ayer los legisladores del Verde. Presentaron en una sola sesión ocho iniciativas relacionadas con la protección de animales. Promueven la suspensión de peleas de gallos, toros, exhibición en circos, peleas de perros… Lo sorprendente: los legjsladores del PRD les dieron pleno respaldo.