Hace unos días leí que se piensa construir un ferrocarril del D.F. a Toluca.
También otro que se piensa hacer de Guanajuato a Guadalajara y del D.F. a Monterrey, que podrá con el tiempo llegar a Nueva York.
Muy bien. Eso es progreso, tarde pero ya está pensándose en la modernidad del país. Por fin.
Lo que no está bien, es seguir olvidando a la Centroamérica Mexicana.
En los estados del Sur, seguimos como en los tiempos de Porfirio Díaz. Gobernadores vienen y arrasan con los impuestos y viene otro del mismo partido y en lugar de denunciar lo anterior, hacen lo mismo y así vivimos, mientras el dinero se va a Suiza o a las Islas Caimán.
Ni siquiera se les ocurre hacer carreteras de dos carriles, ya no digamos autopistas, ni tampoco se les ocurre que el sureste también necesita ferrocarriles.
Por lo menos tiene treinta años que no se hace ninguna obra importante en el sureste, y el aeropuerto que se pretende hacer en Chiapas, es para reforzar el de Cancún como aeropuerto alterno.
Para el Gobierno Federal, todo es mirando el centro y hacia el norte del país. Parece que nosotros no pagamos impuestos. Aunque sabemos que el sureste es pobre, es porque y aquí no hay grandes industrias ni fuentes de trabajo bien remunerados. Y mientras seguimos así, así nos quedaremos.
No sé si el Gobierno Federal esté esperando que todo el sureste siga el ejemplo de Michoacán, que ya Oaxaca y Guerrero están intentándolo, a ver si voltean al sureste cuando sea demasiado tarde.
Después de más de diez años de padecer injusticias, por fin los niños conocieron al Ejército y conocieron otra policía que no los agrede, y tuvieron que ver cómo sus padres se armaron para defenderse de la delincuencia.
Cuando esto sucedió, las mujeres y niños pensaron “por fin pudimos dormir en paz”.
Dicen que las armas se las dio “el Chapo” con su grupo “Jalisco nueva generación”. Ahora el Gobierno Federal tuvo que aceptarlos y autorizarlos sin uniformes, luego ellos serán un problema cuando el Ejército se vaya.
Y mientras se gasta y se gasta y se gasta en el centro del país, en el Sureste no hay ni medicinas en el IMSS, ni médicos suficientes ni tampoco hospitales suficientes.
Dos casos que conozco. Una señora fue con gripa muy fuerte, buscando curarse y le dieron cita para tres meses después. Y otro más fue con una calentura a pedir medicinas y le dieron dos cafiaspirinas, le tomaron muestras de sangre en un dedo y le dijeron que volviera en un mes, a ver si en el resultado de la muestra de sangre aparecía paludismo.
Así estamos por aquí, mientras en otros estados el dinero sobra, pues acaba de anunciar el Secretario de Finanzas, que en todo el sexenio no van a aumentar impuestos.
¿Nuestros impuestos ayudarán a terminar el ferrocarril a Toluca?