Orizaba.- Aunque hay necesidad de la gente, también influye la pérdida de valores a nivel familiar; por ello se atreven a robar, lamentó el encargado de la Pastoral de Medios de Comunicación en la Diócesis de Orizaba, Marcos Palacios Cárdenas.
Lo anterior en referencia a los siete agravios que ha sufrido la Iglesia Católica en los dos últimos años; algunos sí se concretaron como robos, otros fueron intentos, indicó.
Comentó que todo este comportamiento es el reflejo de dos situaciones; primero la necesidad, puesto que hay gente que requiere de recursos económicos para poder sostener a su familia, “nosotros hemos aprendido que debemos trabajar para tener dinero y no robar, y menos de sitios sagrados”.
Y en segundo término, la carencia de valores es evidente porque se perdió el respeto a la autoridad, a lo sagrado, a los padres, familia, maestros; “parece que cada quien puede hacer lo que quiera, por ello debemos de promover los valores en el seno familiar”.
Los hechos suscitados en contra de la Iglesia Católica y las creencias de sus fieles, son el robo a la catedral de San Miguel Arcángel, donde se llevaron el copón que no era de oro, ni de plata; otro fue el de la capilla de San Juan Bautista, en la colonia Cerritos, sin olvidar el de la pequeña capilla que pertenece a la iglesia de San José de Gracia que dirigen la orden de los franciscanos.
También se enlista el caso de la Santa Cruz, en el municipio de Atzacan; el de la capilla de adoración “Monte Carmelo”, de donde se robaron el Santísimo y la Custodia, así como Santa Gertrudis, cercana al cementerio municipal, que el pasado lunes fue objeto de un atraco.
Matilde De los Santos Parada
El Buen Tono