En la carrera global por fabricar una vacuna contra el coronavirus, una firma estatal china presumía de que sus empleados, incluidos altos directivos, habían recibido dosis de un fármaco experimental antes incluso de que el Gobierno aprobara las pruebas en humanos.
“Tendiendo la mano para forjar la espada de la victoria”, decía el texto en una publicación de SinoPharm en medios sociales, junto a imágenes de trabajadores que según dijo, habían ayudado al “pre-ensayo” de su vacuna.