Comienza el sexenio del presidente Enrique Peña Nieto. Regresa el PRI a Palacio Nacional. Como en cada relevo sexenal las expectativas están por todo lo alto, más aún porque el traspaso del poder corresponde a la segunda alternancia de nuestra historia. Son muchos y de diversa índole los retos que tiene el nuevo titular del Poder Ejecutivo federal. Veamos algunos:
1.- Convencer, con hechos, que efectivamente encarna a la nueva generación del PRI, alejada de cualquier tentación restauradora del régimen autoritario.
2.-Gobernar eficaz y eficientemente dentro del marco de equilibrio de poderes y pluralismo que los mexicanos hemos conquistado e influir en su partido para que se adapte a la modernidad política. ¿Logrará domar a la sobreviviente fauna del jurásico tricolor para que no regrese a las abusivas andadas del pasado y persuadir a la tribu atlacomulquense que el país no es Cuautitlán?
3.- Recibe a la economía nacional ordenada y en crecimiento. No tendrá que remover ruinas y levantar escombros. Podrá desplegar sus estrategias en esta materia sobre bases sólidas. El desafío tiene nombre: crecimiento acelerado sin dilapidar la estabilidad macroeconómica.
4.- Evitar el espejismo del triunfo electoral. Asume el puesto con el 38.2 por ciento de los votos. Fox llegó con el 42.5 y Calderón con el 35.9. Su exitosa mercadotecnia de campaña y el frenesí de sus correligionarios por el retorno al poder pueden engañarlo. El reto se llama humildad y mesura. Los diputados y senadores de la oposición ya lo ayudan a ubicarse.
5.- Liderazgo. Es muy buena señal de arranque la intención de configurar un gran acuerdo nacional para avanzar una audaz agenda de reformas estructurales. La experiencia demuestra que son muchos los obstáculos que se deben superar para coronar con éxito empresas de esta naturaleza. La clave está en el firme y explícito compromiso personal del Presidente con el proyecto; ello infunde confianza a los interlocutores y galvaniza el proceso.
5.-Los dilemas de la seguridad. Piedra de toque para saber de qué estará hecho el sexenio Peña Nieto. ¿Soberanía del Estado o condominio con el crimen organizado? Reducción inmediata de la violencia sin abandonar a su suerte a los pueblos, ciudades y familias esclavizadas por los delincuentes. Policía única, limpia, alojada en el diseño federalista.
6.- Formar un gabinete para el proyecto de gobierno y no una coalición de grupos para la explotación del poder.