Córdoba.- El primer viernes de marzo ha dejado de ser un negocio para los brujos, chamanes y yerberos. Las ventas han caído hasta un 50% en comparación con años anteriores, desde que en estas fechas los amantes de la hechicería practican “limpias” y “amarres” prometiendo a sus clientes éxito, fortuna, dinero y amor.
Antiguamente los rituales mágicos eran considerados por la población como el medio idóneo para conseguir un objetivo de forma rápida. Ahora estas creencias sólo son mantenidas por la población más adulta.
“Yo creo que la gente joven va perdiendo la costumbre. Nuestra mayor clientela son la gente grande, que sí llevan la tradición”, afirma Óscar Galindo, un yerbero del Mercado Revolución que desde hace años practica limpias y baños. Según Galindo, los yerberos llegaban a preparar hasta 10 costales de plantas, mientras que ahora sólo piden dos.
Silvia Palacios, comerciante de veladoras y artículos esotéricos, comentó que los yerberos han perdido hasta un 40% de ventas en comparación con el año pasado, una caída que la yerbera asocia a falta de credibilidad en esta tradición. “Mucha gente ya no cree en las limpias, por eso mismo yo creo que las ventas no han repuntado”.
Por su parte, el Obispo de la Diócesis de Córdoba, Eduardo Patiño Leal, consideró durante la eucaristía de ayer que el uso de yerbas como medicina alternativa “no le hacen daño a nadie”, aunque aclaró que no deben confundirse con prácticas hechiceras.
Yessica MartÌnez
El Buen Tono