Córdoba.- La tensión entre gobierno y vendedores se agrava. El comerciante Demetrio Cándido Montiel, integrante de la Unión de Vendedores Ambulantes adherido al Frente Popular Revolucionario (FPR), decidió ayer ponerse en huelga de hambre para pedir al alcalde su reubicación en la avenida 3 con esquina calle 7, de donde fue retirado por los inspectores de la coordinación municipal de Comercio a cargo de Juan Paúl González Rannauro.
Desde hace más de siete años, Montiel vende semillas y cacahuates a las afueras de una sucursal bancaria, sin embargo, dijo, debido a su pertenencia a la FPR, el jefe de inspectores Aníbal Olivares Rodríguez, se ensaño con él y “consiguió convencer al gerente del banco para retirar el permiso”.
Ante la determinación de la coordinación de Comercio, Cándido decidió instalar una tienda de campaña en la explanada del parque 21 de Mayo y ponerse en huelga de hambre a partir de la una de la tarde de ayer, acción respaldada por al menos una veintena de vendedores ambulantes que decidieron instalarse en la zona.
Con pancartas en mano, el vendedor advirtió que luchará hasta las últimas consecuencias. Se trata de una persona discapacitada, con 5 hijos y sin un lugar propio donde vivir. “No tengo otra opción para ganarme la vida más que vender semillas y cacahuates en la vía pública”, dijo.
El coordinador de Comercio llegó al parque una hora después. González Rannauro advirtió que, de no lograr alguna solución dialogada, los integrantes de la Unión de Vendedores Ambulantes adheridos al FPR serían retirados del parque 21 de Mayo.
El funcionario argumentó que el reglamento de Comercio prohíbe expresamente la instalación de vendedores ambulantes en parques, y, debido a que los acompañantes del huelguista aprovecharon el tiempo para comercializar sus productos en la zona, estaban expuestos a ser desalojados de la plaza pública.
Ricardo Jácome Zavaleta
El Buen Tono