Andrés Timoteo
Columnista
REAPERTURA AL ESPLENDOR
El jueves pasado se cumplió un mes de que Francia inició su ‘liberación’ tras casi dos meses de encierro por la pandemia del COVID-19 y ahora los símbolos de la nación también comienzan a ‘liberarse’. Hoy reabren sitios icónicos como el Arco del Triunfo, El Panteón y el Castillo de Vincennes. En el 2019, el Arco de Triunfo recibió 1.6 millones de visitantes -130 mil mensuales- y El Panteón 875 mil, unos 70 mil al mes.
No será igual este 2020 por los tres meses cerrados y porque en la reapertura no se permitirá más de mil visitantes por día, unos 30 mil al mes para lo que resta del año. Hasta el momento, las pérdidas económicas se calculan en 50 millones de euros tan sólo en esos dos monumentos -unos mil 250 millones de pesos mexicanos-. Este lunes también reabrirán algunos museos, aunque en ningún sitio estará disponible la taquilla ya que los tickets se venderán en línea.
Además, el acceso se dará con las estrictas medidas sanitarias: uso de mascarillas, gel de-sinfectante, pequeños grupos y respeto de la distancia social. Para mañana martes se reabrirán las Catacumbas, Le Petit Palais (El Palacio Pequeño) y el Museo Cluny de la Edad Media. Los de Louvre y Orsay, los más visitados y famosos a nivel mundial por sus colecciones, serán reabiertos hasta el 6 de julio.
Desde la semana pasada, el Palacio de Versalles permitió el acceso a sus jardines y espacios abiertos al igual que el castillo medieval de Fontainebleau, aunque siguen prohibidos los interiores de los edificios. La Sainte Chapelle (Santa Capilla) donde se resguarda desde hace ocho siglos la corona de espinas que le colocaron a Jesús de Nazaret -según la leyenda- y la Basílica de Saint-Denis, que es la cripta de los reyes galos, se reabrirán hasta el 23 de junio.
En tanto, la ‘joya de la corona’ en París, la Torre Eiffel se reabrirá al público hasta el 25 de junio, aunque su acceso sólo será posible por las escalinatas evitando los ascensores para no aglomerar personas en un espacio reducido. Desde el 13 de marzo, cuando se decretó la emergencia pandémica, cada noche la torre enciende un letrero con la frase “Merci” (Gracias) dedicada al personal sanitario que lucha contra el Coronavirus.
Así, paulatinamente se está desconfinando lo monumental con la finalidad de regresar el esplendor y la prosperidad turística perdida durante el encierro. El 22 de junio, Francia entrará a la Fase III de la desescalada con la reanudación de casi todas las actividades públicas, reapertura de restaurantes, bares, cines y estadios deportivos. También se levantará la clausura de las fronteras terrestres, aéreas y marítimas para reactivar vuelos internacionales, viajes en autobús, barco y tren por toda Europa.
Un día antes, el 21, España reabrirá sus fronteras con el Continente Europeo excepto con Portugal. Son los pasos en Europa en el contexto de la “normalidad” del post-encierro, que no post-pandémica porque sigue latente el riesgo de una segunda ola de contagios. Tan es así que este fin de semana en Roma, la capital de Italia, se decretó la cuarentena en un nosocomio y un edificio de departamentos por 113 nuevos casos nuevos.
El primer foco es el hospital San Raffaele Pisana al oeste de la capital donde hay 109 infectados y el otro es un complejo habitacional en el barrio Garbatellla, al sur de la ciudad. En Pekín, China, país origen del COVID-19, el gobierno puso en confinamiento once barrios y cerró el mercado Xinfadi, el más grande de la ciudad, luego de que se reportaron 57 nuevos infectados.
Las autoridades chinas iniciaron la aplicación de 10 mil pruebas clínicas entre trabajadores, propietarios y clientes del mercado, así como los habitantes de los barrios confinados para medir el tamaño de los nuevos focos epidémicos. Entonces, la desescalada avanza en muchas partes del planeta donde el virus se ha aletargado, pero sin irse. Ahí sigue acechando para dar el segundo zarpazo.
SEGUNDA GIRA
DEL CONTAGIO
En México, el semáforo epidemiológico está en color naranja forzado, ya que en realidad es rojo porque la pandemia de Coronavirus sigue elevando su cresta aún con el maquillaje numérico, y en este marco epidémico el presidente Andrés Manuel López Obrador, hará una segunda gira para recorrer los estados Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Hidalgo y Morelos donde encabezará las famosas Mesas para la Construcción de la Paz.
Es el pretexto para el paseo presidencial en plena pandemia, aunque también dará tema quemante pues en tres entidades -Veracruz, Puebla y Morelos- gobiernan los morenistas, Cuitláhuac García, Miguel Barbosa y Cuauhtémoc Blanco que han resultado un fiasco, son el ejemplo del fracaso de la “Cuarta Transformación” en materia de seguridad pública ya que el crimen organizado está imparable y pareciera que hasta con permiso.
Hoy, en Xalapa, seguramente López Obrador minimizará que el estado sea puntero en secuestros, feminicidios, robos, extorsiones, desaparecidos y fosas clandestinas para dedicar bendiciones al gobernante local y resaltar su honestidad por decreto, aunque la población tenga “otros datos”. Tal vez le vuelva a levantar el brazo y pedir porras para él a la concurrencia machacando esa burla cruel hacia los veracruzanos. ¿Apuestan?
Mientras tanto, ayer el tabasqueño sacó un decálogo ¡¡para detener la pandemia de gripe!! que no tienen ninguna recomendación científica. Según López Obrador para “salir del Coronavirus” se requiere, entre otras cosas, “dar la espalda” al egoísmo, al individualismo, a lo material, al racismo, al sexismo, al clasismo y a la discriminación, y en lugar de ello “actuar con optimismo” y pone un broche de oro mesiánico: “Buscar la espiritualidad”. A ese manifiesto de fe sólo le faltó el epílogo: “Palabra de Dios”.
Ya anteriormente había decretado que sólo se enfermaban del COVID-19 aquellos que no siguieran sus tres mandamientos de “no mentir, no robar y no traicionar”. Y más antes, cuando la pandemia apenas se iniciaba en el país, llamó a no hacer caso a las restricciones sanitarias y mejor cargar unas estampitas religiosas y lanzar el rezo: “detente enemigo que el Corazón de Jesús está conmigo”. ¡Pobre México, tan lejos de lo divino y tan cerca del mesías tropical! Allá los tontos que crean el embeleco de que eso los hará inmunes a la peste.
Por lo pronto, el fin de semana se realizó la “Segunda Caravana Anti-AMLO” en varias ciudades veracruzanas -y del país-. Aunque son muestras incipientes y todavía bastante tímidas del descontento ahí siguen y seguramente se volverán más numerosas con el paso del tiempo. Claro, pedir su renuncia de López Obrador la presidencia es algo descabellado por el momento pues no tiene asidero legal, aunque sí a futuro porque el 2022 se realizará el plebiscito para la revocación de mandato. Ahí se dará la inflexión, cuando los tiempos estén maduros y el enojo popular sazonado.
LAS ACTAS ‘FANTASMA’
Al igual que se hizo durante el duartismo y la fidelidad, hay un intento del gobierno estatal para validar una reforma constitucional a través de supuestas “actas fantasmas” de los cabildos municipales que supuestamente votaron a favor de las modificaciones para quitarle prerrogativas a los partidos políticos, eliminar los consejos electorales municipales y blindar al gobernante en turno para que no se someta a una consulta de revocación de mandato.
El presidente de la Junta de Coordinación Política en el Congreso Local, el tuxtleco Javier Gómez Cazarín salió la semana pasada a anunciar que la mayoría de los ayuntamientos había avalado la Reforma Constitucional. Se necesitaba una mayoría simple, es decir la mitad más uno, de los 212 cabildos y presumió que 111 de ellos respaldaron los cambios legales aprobados en la Legislatura el 12 de mayo.
No obstante, las cuentas no le dan. El viernes, los dirigentes de los partidos Revolucionario Institucional (PRI), Acción Nacional (PAN), de la Revolución Democrática (PRD) y Movimiento Ciudadano (MC) señalaron ellos tenían confirmados que 96 cabildos habían negado su aval y faltaban 15 ayuntamientos de sesionar lo que hace un total de 112 comunas. Entonces, es mentira que 111 cabildos hayan votado a favor de la reforma y en realidad serían únicamente cien de ellos.
Con esa cifra no se alcanza la mayoría simple. Los líderes de la oposición exigieron a la Secretaría General del Congreso hacer públicas cada una de esas 111 actas municipales que dicen tener para comprobar que efectivamente son verdaderas o se trata de documentos falseados. Es más, a los morenistas les reciclaron la vieja arenga lopezobradorista contra el fraude documental -aunque modificada-: ¡Acta por acta, cabildo por cabildo! Obviamente no hubo respuesta ni de la Secretaría del Congreso a cargo del expanista Domingo Bahena Corbalá ni de Gómez Cazarín ni del presidente de la mesa directiva, Rubén Ríos Uribe. Los dos últimos literalmente se escondieron para no dar la cara a los líderes de los partidos de oposición ni a la opinión pública. El cordobés Ríos Uribe apagó su teléfono móvil y se encerró en su casa para que nadie lo cuestionara sobre el chanchullo.
Por su lado, Gómez Cazarín fue a tomarse una fotografía a un centro hospitalario, acostado en una cama y con un anuncio en una mampara que indicaba que está “bajo observación por sospecha de contagio” del Coronavirus. El tipo prefirió fingirse enfermo para no aclarar la engañifa de las “actas fantasmas” de los cabildos, aunque el virus ataca los pulmones, no la lengua. A este diputado lo apodan “El Carón” y le hace honor al mote pues tiene demasiada caradura.