Córdoba.- Cerca de 80 enfermos de cáncer que reciben servicio de radioterapia subrogado por el IMSS en uno de los centros particulares de la localidad, piden ayuda a la población en general para instalar un albergue o casa de descanso. Actualmente malviven en cuartos sin alimentos ni espacios para el aseo. Una situación dramática y un negocio oscuro de particulares que se acercan a los familiares de los enfermos para rentarles espacios precarios a precios abusivos.
El tratamiento inicial consta de 25 radioterapias en un periodo aproximado de un mes, tiempo durante el que deben estar hospedados en la ciudad. Las rentas que pagan superan los 2 mil 500 pesos por persona, y el IMSS únicamente solventa los gastos de transporte, unos 1 mil 900 pesos.
La mayoría son enfermos de cáncer de mama y matriz. La agresividad y efectos secundarios de las radioterapias impiden que puedan levantarse de las camas. Los cuartos donde se alojan en los alrededores, sobre la avenida 13 entre calles 12 y 14, los ocupan hasta 8 personas que cubren la cantidad de 6 mil pesos mensuales para poder dormir en el lugar. No cuentan con alimentos ni espacios para el aseo de la ropa.
Los 1 mil 900 pesos que obtienen del IMSS se invierten en el traslado de sus lugares de origen hacia la ciudad, una cifra a todas luces insuficiente. El tratamiento para un enfermo de cáncer llega a alcanzar los 10 mil pesos durante el proceso de hospedaje y medicación. Algunos han recurrido a solicitar préstamos bancarios y a la venta del patrimonio familiar para solventar su tratamiento; otros logran subsistir del apoyo de los demás pacientes; el resto, abandona el tratamiento condenándose a una muerte segura.
Para evitar inflar sus gastos, los pacientes de cáncer reducen las cantidades de comidas diarias. Al asistir en compañía de un familiar, el pago de alimentos se traduce hasta en más de 200 pesos por día. El panorama es mucho menos alentador para aquellas madres de familia que acuden en compañía de sus hijos, pues los arrendatarios les cobran hasta $350 y $500 por agua y luz.
Se estima que la delegación Veracruz Sur del IMSS canaliza a esta localidad cerca de 500 casos anuales para su tratamiento, provenientes de zonas como Coatzacoalcos, Rodríguez Clara, Cosoleacaque, Acayucan, Minatitlán, Ciudad Mendoza o Las Choapas, además de Córdoba y Fortín, convirtiéndose en blanco fácil de los abusadores.
“Yo traigo una niña y nos costó conseguir un cuarto. Todos los lunes llegan como 20 personas de aquí a darnos papelitos para que les rentemos, pero luego se ponen muy exigentes”, dijo una de las afectadas.
Rosa Aidé Silva, quien viajó desde Coatzacoalcos en compañía de su esposo, Roberto Gómez Aguirre, dice que pagan 1 mil 750 pesos por un mes y una semana de estancia en una casa particular, donde le ofrecieron quedarse en una sala dividida por una cortina: “Estamos en la salita de la casa, arriba tiene tres recamaras, pero como ya no encontramos, ahí nos quedamos”.
Los enfermos de cáncer solicitaron el apoyo del DIF municipal, así como de instituciones como Caritas, A.C., en donde lamentablemente les negaron todo tipo de ayuda por no ser de esta localidad. Ahora esperan que, sea quien sea, la persona que los ayude lo haga pensando en su situación.
“Que se toquen el corazón, es preocupante. No nada más se presenta aquí este problema. Tal vez nosotros ya nos vamos, pero hay más gente que viene y se necesita de un fuerte apoyo”, afirma Herlinda Torres Ruiz, a quien le diagnosticaron cáncer de mama. Ayer completó finalmente sus 25 radioterapias.
Yessica MartÌnez A.
El Buen Tono