Tierra Blanca.- Anoche trágica muerte encontró el soldador Bernando García Alonso, quien fue encontrado sin vida a orillas de la carretera estatal que lleva a la congregación de El Jícaro, presumiblemente fue atropellado por un vehículo que se dio a la fuga y lo dejó tirado.
A las 21:30 horas, conductores que circulaban por la carretera estatal que lleva del ejido La Victoria a la congregación de El Jícaro precisamente, casi a la altura a “Arroyo Tambor”, detectaban a una persona tirada, atropellada.
Lo movilización vino por parte de patrullas de la Policía Preventiva Municipal, quienes se desplazaron hasta el lugar de los hechos para tomar conocimiento.
A escasos metros de los topes que están en la parada de Arroyo Tambor, entre el monte y el carril que lleva hacia El Jícaro, estaba el cuerpo de una persona sin vida.
Todo indicaba que había sido atropellada al presentar un fuerte golpe en el cráneo y raspones en uno de sus hombros.
A unos metros más adelante sobre el asfalto, estaban unos zapatos que presumiblemente eran del ahora occiso, por lo que de inmediato fue acordonada el área por los efectivos.
Personal de la Agencia del Ministerio Público Investigador y peritos de la Procuraduría de Justicia del estado, así como elementos de la Agencia Veracruzana de Investigaciones tomaron conocimiento de los hechos, inspeccionando el lugar.
Se informó que el occiso, traía su credencial de elector a nombre de Bernardo García Alonso con domicilio en la calle 10 número 201 de la colonia Agrícola en Orizaba.
A la vez que al lugar de los hechos, llegaban unos amigos del occiso, quienes mencionaron que son de Orizaba y que están trabajando en un negocio de comida, y que conocían al occiso.
Aseguraron que le decían “El Cacama” y en efecto era de Orizaba donde trabaja en compañías como soldador y vinieron a conseguir chamba a este municipio y que apenas lo acababan de ver ya que pasó en compañía de otro amigo más y andaban tomando.
El cuerpo fue levantado por Servicios Periciales y llevado al Semefo, donde se le practicaría la necropsia de rigor, a la vez que se esperaba la identificación oficial por parte de familiares ante el Ministerio Público Investigador.
Agencia