Andrés Timoteo
Columnista
DÍA 80: TODOS AL MATADERO
Es una situación bizarra. Por una parte, hoy lunes se levantan las restricciones sanitarias para enfrentar la pandemia de Coronavirus y comienza la llamada “nueva normalidad”, pero al mismo tiempo casi todo el territorio nacional, a excepción de Zacatecas, está en semáforo rojo, es decir, en un alza imparable de infectados y muertos. O sea, en medio de la mortandad se manda a la población a la calle como si el virus ya fuera inofensivo.
Es como si se ordenara a la gente salir a pasear en medio de una balacera. La curva epidémica ni siquiera ha llegado a su cresta y las autoridades animan a todos a exponerse al contagio. El resultado no es una incógnita: quienes le hagan caso al tabasqueño Andrés Manuel López Obrador y al subsecretario de Salud, Hugo López Gatell, terminarán en el hospital o en la fosa.
Tienen razón los gobernadores que han rechazado la decisión federal de reanudar actividades este lunes a pesar de que casi todas las entidades están bajo alerta rojiza. Ellos son una barrera para contener las locuras decididas en palacio nacional. En verdad son afortunados los que tienen un gobernador responsable pues el de Veracruz, Cuitláhuac García, prefiere que la gente enferme y muera antes que desobedecer al caudillo veleidoso. ¿Quién manda a su propio pueblo al matadero? Los psicópatas.
Acotación. Ya que el epicentro de la pandemia COVID-19 está en América y que en Europa avanza la desescalada luego que la peste remitió, aunque no haya desaparecido totalmente, se dejarán de enumerar estos textos. Ochenta fueron las entregas para dar cuenta de los días pandémicos que aquí se vivieron, antecedentes de lo que hoy sucede en México y Veracruz. Ahora, la columna seguirá sin el marbete numérico.
TENDEDERO PARA ZOPILOTES
El viernes de la semana pasada, el Organismo Público Local Electoral (OPLE) notificó, el fallo con las medidas cautelares -entiéndase: apercibimiento- a los diputados del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) que distribuyeron despensas del Sistema Estatal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF) a fin de realizar proselitismo personal aprovechando la contingencia sanitaria.
Como al personal del OPLE no se le permitió el ingreso a la sede legislativa, la notificación quedó colgada en un improvisado colgadijo en la reja del Congreso Local para cumplir con la diligencia. Vaya alegoría, un tendedero donde se comportan como patio de vecindad. Pues bien, entre los ‘zopilotes’ que tienen prohibido hacer proselitismo con las ayudas oficiales están tres de la zona Centro que son Rubén Ríos Uribe, Augusto Nahúm Álvarez Pellico y Víctor Vargas Barrientos.
El primero es diputado propietario por el distrito cordobés y presidente de la mesa directiva en la legislatura y los otros dos son plurinominales, pero los tres quieren ser candidatos en el 2021. Ríos Uribe va por la alcaldía de Córdoba, Vargas Barrientos por la diputación local y Álvarez Pellico por la presidencia municipal de Orizaba. El trío es parte del grupo político que lidera el secretario de Educación, Zenyazen Escobar García, quien pretende instaurar una suerte cacicazgo político de la zona.
Escobar ansía acaparar y controlar los espacios de representación popular en la región Centro haciendo lo mismo que combatió y denunció antes de que llegara al poder. Por cierto, también la semana anterior uno de esos tres legisladores, el grisáceo Vargas Barrientos, fue enviado a encarar al senador panista Julen Rementería, quien acudió al Congreso Local para denunciar a Escobar García por el uso de empresas “fantasma” en la entrega de contratos de obras en la Secretaría de Educación. Y ni para eso sirvió.
En las redes sociales se pitorrearon de Vargas Barrientos que no pudo articular una sola increpación coherente al panista. Es más, éste en un principio lo confundió con un ‘revistero’ -se les dice así a los seudo reporteros que solo se acercan a los funcionarios para pedirles dinero- y hasta le sugirió que lo esperara a la salida para “atenderlo”. Aunque Vargas llevó carteles con leyendas contra Rementería, el sainete no le salió y quedó en ridículo por su incapacidad hasta para hacerla de gritón. Ese es el personaje tan baldado que Morena quiere lanzar para representar a los cordobeses.
SUEÑOS HÚMEDOS
Otros diputados locales que tienen sueños húmedos para el 2021 son los cuatro de “oposición” que el pasado 12 de mayo votaron a favor de la reforma electoral para desaparecer los consejos electorales en los municipios, recortar fondos a los partidos políticos y blindar al gobernante en turno de la revocación de mandato. Además de cobrar 5 millones de pesos por su voto -algunos dicen que fueron 12 millones- el cuarteto presume haber pactado candidaturas por Morena en sus municipios de origen.
Alexis Sánchez García, diputado por Zongolica, sería postulado a la alcaldía de Tezonapa y así heredaría el cargo de su hermano, Arturo Sánchez García. En tanto, Antonio García Reyes, diputado plurinominal suplente -sustituyó al cenecista Juan Carlos Molina Palacios luego que fue asesinado- canturrea que será candidato en Comapa. El brete por la antigua militancia está superado pues ambos serán expulsados del Movimiento Ciudadano y el Revolucionario Institucional, respectivamente.
Sin embargo, en el caso de Comapa hay un problema porque la candidata apoyada por Morena será la todavía diputada panista, Nora Jessica Lagunes, a quien se le relaciona sentimentalmente con Javier Gómez Cazarín, el presidente de la Junta de Coordinación Política. Entonces, será muy difícil que le cumplan el acuerdo de la candidatura a García Reyes y este se tendrá que conformar con la bolsa de monedas recibida por su voto.
Por ciento, en seis meses que lleva García Reyes en la curul no ha hecho nada por su distrito ni su sector -el cafetalero- y por lo único que ha destacado mediáticamente es porque vender su voto para concretar la reforma electoral que es parte de un entramado a fin de detener la debacle morenista. A comapeño García Reyes, junto al tezonapeño Sánchez García y al panuquense Rodrigo García Escalante ya los apodan “Los tres García de la traición”.
García Escalante, quien recientemente fue expulsado de la bancada panista -ojo, que no de la militancia, pues no es miembro activo-, será el abanderado de Morena en Pánuco, donde ya gobernó su papá, el ex contralor alemanista Ricardo García Guzmán y su hermano, Ricardo García Escalante. En tanto, la priista verde, Andrea Yunes, hija del diputado federal y excandidato a la gubernatura, Héctor Yunes, quiere la candidatura en Boca del Río en una alianza Morena-PVEM.
Esos legisladores andan felices porque se echaron varios millones al bolsillo y además la promesa de ser candidatos en el 2021. En la lógica de los facinerosos la transa resultó exitosa, pero no así en la opinión de los veracruzanos por cuyo filtro -voto- tendrán que pasar. Entonces, los sueños húmedos de estos personajes podrían terminar en pesadillas deshidratadas, pues Morena va en picada y la fama de ellos los hace impresentables.
RETRATO PUNZANTE
Durante el 2019 hubo dos masacres perpetradas por el crimen organizado que colocaron a Veracruz en las noticias internacionales y a la cabeza de la numeralia fúnebre por la violencia del país. Una fue en una palapa de Minatitlán, en abril, donde se celebraba una fiesta y la otra en el centro nocturno “Caballo Blanco” de Coatzacoalcos ,en agosto. En ambas perecieron 44 personas. El viernes se perpetró la primera masacre del 2020 en un sitio similar, un salón de fiestas en Tierra Blanca, donde murieron seis personas.
Entre los fallecidos está Francisco Navarrete Serna quien apenas el año pasado abrió un periódico en esa ciudad, El Sol de Tierra Blanca, y a quien se liga con un cartel del narcotráfico. Incluso estuvo preso durante un tiempo acusado de haber participado en la desaparición de cinco jóvenes originarios de Playa Vicente, que fueron interceptados por la policía estatal en Tierra Blanca en enero de 2016. Ahora, la mafia fue por él mientras cantaba karaoke. Estaba armado, pues en el video que se difundió se le ve desenfundando un revolver al escuchar los primeros balazos y correr a repeler el ataque.
Mucha atención, lectores, porque en este personaje y su contexto hay un gel político-criminal que embarra a los que están en el poder. Navarrete es compadre de la diputada local por Cosamaloapan, Margarita Corro Mendoza, de Morena, quien no ha reparado en salir a defenderlo públicamente alegando una amistad inquebrantable. Y apenas en enero pasado, el propio gobernante en turno, Cuitláhuac García, se reunió con Navarrete Serna en un restaurante de Tierra Blanca y posó, sonriente, con él en una fotografía.
En política las imágenes pesan y punzan, advierte el clásico. La cercanía entre el crimen y el poder político en Veracruz ahí quedó retratada. Ah, y otro indicador que debe ser leído es que la agrupación delictiva a la que pertenecía Navarrete Serna es la única combatida por la fuerza estatal y a la vez rival de aquella para la que opera Guadalupe Hernández, “La Jefa”, prima de la Fiscal del estado, Verónica Hernández, ratificada la semana anterior por el Congreso Local. La casualidad es algo rarísimo tanto en el quehacer político como en la actividad mafiosa.