- Retiran aislamiento social
- Ninguno de sus 8 mil 900 habitantes tiene Coronavirus; siguen su vida de siempre
Alpatláhuac.- El lugar es uno de los 12 municipios del estado donde primero se levantó la cuarentena. Fue declarado “Municipio de la Esperanza” por el gobierno federal. Aquí nadie sabe lo que es salir a la calle con un cubrebocas.
El lugar se encuentra enclavado en las faldas del Pico de Orizaba y cuenta con 8 mil 900 habitantes, que viven en la cabecera municipal o alguna de sus principales localidades, como Ayahualulco, Ixtaquilitla y San José Teacalco.
Aunque muchos de sus pobladores trabajan en la Ciudad de México, principalmente, ninguno de ellos presentó hasta el momento algún síntoma de los que caracterizan al Coronavirus.
Caminar por Alpatláhuac es algo extraño después de vivir “en cuarentena”, todos los negocios están abiertos, nadie utiliza cubrebocas o caretas. Zapaterías, mercerías, tiendas de comida, abarrotes, de ropa, están abiertas; no hay gel antibacterial ni marcas en el piso para la “Sana Distancia”.
*el tip
Omisión
En el Palacio Municipal nunca se aplicaron medidas preventivas, como el uso de cubrebocas o la aplicación del gel antiacterial entre el personal.
Significado
Alpatláhuac es el “Lugar donde se ensancha el agua”. Uno de sus principales atractivos turísticos se relaciona precisamente con dicho recurso natural, es la cascada de Cocalzingo, que se encuentra a tres kilómetros de la cabecera municipal.
En la época Colonial el lugar fue habitado por nativos de la cultura totonaca, que por medio de fray Juan de Rivas, misionero de la orden Franciscana, fueron instruidos en la formación cristiana en Calcahualco, pero después se negaron a ser sujetados ni maltratados por los pobladores de ese lugar.
Los pobladores trataron de separarse exponiendo el problema ante las autoridades del Virreinato para que se les fuera designado otro sitio como su propiedad y pudieran radicar definitivamente, por lo que gracias a don Juan López de Castro, corregidor de Huatusco, se tuvo una buena resolución al problema.
Según versiones orales del pueblo de Alpatláhuac, lo formaron grupos de personas que llegaron de la ciudad de Puebla de un sitio llamado San Salvador El Seco y hasta la fecha existen descendientes del mismo pueblo, así como de Xacaxomulco y Tlachichuca, (puntos referentes al estado de Puebla). En 1563 se reconoció el pueblo para más tarde convertirse en municipio.
Coronavirus
El lugar está rodeado de enfermos de Coronavirus. Coscomatepec, Ixhuatlán del Café, Chocamán. Sólo Calcahualco se mantiene sin casos de COVID-19; algunos lo atribuyen a que la alcaldesa cerró el municipio a extraños.
Alejandro Hernán Morales, quien se dedica a las labores del campo resume el panorama en pocas palabras, “aquí lo único que tenemos es el campo, papas, aguacate hass, maíz, no sabemos de eso del Coronavirus”.
Don Miguel, que también se dedica al agro, comentó que muchos están buscando trabajo, pues regresaron procedentes de la Ciudad de México, traían dinero, pero ya se les está acabando.
Sentado en la banqueta, Alejandro presume la “inmunidad” de las personas del pueblo: “Nosotros ni conocemos el cubrebocas, igual y es malo, pero somos gente sana, que estamos en las faldas del volcán, agradecidos con Dios, a quien claro que le pedimos que proteja a los demás ciudadanos”.
El campesino hace público su reconocimiento a enfermeros y enfermeras, los médicos, “reconocemos que sí existe y que hay riesgo, por supuesto, es por ello que nuestro respeto para su labor”, expresó.
Panorama
Por el momento, las escuelas de todo el municipio permanecen cerradas. Un arco satinizante instalado casi por mero protocolo a la entrada del municipio es la única medida de protección sanitaria implementada por el ayuntamiento.
Protegidos del intenso Sol, los taxistas comparten un refresco y hasta los vasos de unicel. Los apoyos que entregó el gobierno sólo los pasaron de mano. Pagaron cuentas en tiendas departamentales y otros sitios. “Ellos nunca descansan, llaman a cualquier hora, vienen al pueblo a cobrar lo que se les debe”, subrayó con una risa molesta Pedro, conductor de uno de los taxis locales que dan servicio a la población.
Los residentes del municipio no descartan que al reanudarse las actividades en la región y el estado lleguen personas contagiadas de Coronavirus, pero por el momento continúan viviendo en una especie de “oasis” en medio del desierto llamado Coronavirus.
