EU.- La jerarquía católica de Carolina del Norte y la cristiana de Nueva Inglaterra, entre otras, decidieron mantener cerradas las iglesias de sus respectivos templos para evitar los contagios de COVID-19 entre los miembros de su comunidad.
Tras la orden del presidente Donald Trump para reabrir los servicios eclesiásticos, algunos gobernadores o los propios miembros de las iglesias y centros religiosos mantienen la cautela y han preferido esperar a que sus estados muestren un descenso considerable de casos activos de Coronavirus.
Algunos de los episcopados locales han emitido sus posicionamientos respecto a la orden, como es el caso de Carolina del Norte, que ha preferido no reabrir los centros, informó el sitio North Carolina Health News.