Alejandro Solís
Columnista
Los chairos hacen fiesta y los fifís velorio, cuando AMLO pregona: “Mientras el Creador me dé vida, o lo permita la ciencia, voy a trabajar todo el tiempo en favor del pueblo”. Y no hay poder mundano, infrahumano, ni celeste capaz de reconciliarlos; por más de recordarles que Dios los hace, y, ¡diablos!, los junta en periódicas urnas.
#PosOra.YaNiModo. Así como en los pensamientos sencillos hay grandes e irreconciliables diferencias, pasa lo mismo en políticas públicas; tal es el caso del conveniente cambio sexenal del gobierno federal; respetuosos del presidencialismo, la rectoría de Estado y de capitalismo, ¿quién se traga el cuento de sus discrepancias?
Dirigidas por operadores perversos, se dificulta captar quién altera y quién miente; más, si ambas versiones son de la misma especie.
#LaCuartaEsCuatro. López Obrador, cerró su mañanera del 5 de marzo de 2020 añorando felices tiempos pasados, cuando, mandando al diablo las instituciones, pregonaba: “íbamos a las marchas, donde me encantaría estar de nuevo (arengando) ¡el que no brinque es charro, el que no brinque es charro, el que no brinque es charro!”.
Investido con la toga presidente, recomienda protestas pacíficas para no faltar el respeto a las instituciones, mientras insiste de todas mañaneras en dividir al espectro político en liberales amorosos transformadores de la cuarta T, y, opositores resentidos, violentos conservadores.
#SePliegaElPoderJudicial. De lenguaje populista, completado con su natural desparpajo zurra a sus tiernos rivales, desternillando a sus aliados a la par de recomendarles que se apuren a sembrar arbolitos, de tal manera que en 2024 ya estén grandecitos y los conservadores no los puedan tumbar, de perder los morenos el poder. El capital es tan jeroglífico, que, si además producen, hasta se los pueden comprar con todo y terrenito.
Mientras encandila masas con el viejo cuento del bueno y el malo, exime a Alfonso Romo de intereses cruzados entre sus negocios capitalistas explotadores de la fuerza de trabajo y sus actuales cargos públicos bienhechores de los pobres, como es el caso de Enerall, la principal acaparadora de agua en la península yucateca, responsable de su desabasto, a cambio de la promesa de convertir en edén terrenos infértiles en solo dos años, acelerando lo que la naturaleza haría en 200. Ajá, pero, nunca a costas de la vida humana.
#ArreglandoEntuertos. A la par, una Jueza acota el inicial alcance universal del amparo a solo nuevos proyectos del tren Maya en el área territorial de la demandante comunidad Xpujil, por deficiencias en el proceso de consulta, para que la gran obra magna continué su marcha, mientras se arreglan expedientes condenatorios de su trayectoria. Ana Guevara, directora del deporte nacional, es exhibida por el desvío de 50 millones de pesos. ¿Y, cuál es el problema? En tanto se rodea de silencio el señalamiento de la Unidad de Inteligencia Financiera, se limpian expedientes para que todo termine en entuertos conservadores; nunca como fallos morenos. En un trato semejante al aplicado para ocultar las riquezas de Manuel Barttlet, quien dispuso de dos años entre la denuncia inicial de enriquecimiento inexplicable y su exculpación palaciega, para realizar movimientos convenientes de su patrimonio personal.
El silencio cómplice abarca a Heidy Polevnsky reducida a secretaria general del nuevo presidente provisional del partido morena alicaído, mientras operadores de Estado lo calafatean para el puesto de vanguardia legitimadora de lo mismo de siempre, con cuadros adocenados ocupando puestos clave en la maquinaria de Estado; empezando por el consolador Instituto Nacional Electoral (INE).
#EstadoMayorPresidencialFundido. AMLOVER insiste en mandar las instituciones a su rancho, pero ahora de manera sensata: “no lo necesitamos porque nos queremos mucho. Y es abrazos y amor y paz. El que insulta, no respeta, agrede; es violento, conservador. La felicidad es estar bien con uno mismo; estar bien con nuestra conciencia, y estar bien con el prójimo, esa es la verdadera felicidad”.
Ignora, omite y/o desprecia cifras contrarias a sus deseos. Apenas hace un año Alfonso Romo era dueño de Endall, y, ahora, es su familia. ¿Qué no ven, chairos, la enorme diferencia?
La ONU insiste en lo mañoso de las consultas a pueblos originarios, ¿Qué puede importar más, que una consulta?
La derrama económica a fondo perdido para estimular al pueblo, no alcanza ni para tres días de la semana. No se puede rifar propiedad de la Nación. La deuda sube cada día más de 1,200 millones de pesos diarios. Pemex sigue quebrado, sin importar que se le echen montones de dinero.
Fondea el presupuesto 2020, calculado a 50 dólares el barril de petróleo, baja a 37. El peso se hunde a 20 pesos por dólar.
Trump, quien lo estima, amenaza cerrar la frontera para evitar penetración en Estados Unidos del coronavirus inmigrante.
En medio de tanta felicidad insatisfecha, la oligarquía, especialmente la controladora del monopolio del dinero capitalizado en bancos, casas de bolsa y fondos de inversión, ganan como nunca: 148 mil 400 millones de pesos: 3.1% más que durante el último año de gobierno
neoliberal.
Lo aman quienes reciben bimensualmente estímulos económicos para estudiar, trabajar la tierra, ser aprendices de oficios en frentes de trabajo, o, que simplemente confían en él por parecerles honesto, sincero y preclaro.
Pero, por perfidias neoliberales, exculpadas las sistémicas: van 39 mil 823 asesinados en catorce meses de su gobierno, de los cuales 3 mil son mujeres.
#LosPobresMeInspiran. Parábolas bíblicas y refraneros se tocan las yemas destacando constantes del comportamiento humano, sencillas de entender por el común de los mortales. Sin mayores pretensiones son de validez general relativos al comportamiento del ser humano. Casos hay donde el principio no aplica, debido a variantes sociales o individuales.
La diferencia que rompe recetas puede ser antecedente, del momento, o, un próximo evento de caso, localidad, regional, mundial, o, universal. Apreciar las diferencias sin ofuscar generalidades, o, a la inversa, percibir generalidades sin omitir peculiaridades es un problema de métodos. De estos, uno sustancial propone detectar las discrepancias, en los hechos.
Para no caer en el error lógico cerrado de suponer que cada cabeza es un mundo, como: -“parece bueno, por lo tanto, es bueno”, necesitamos chisparnos de formulismos estructurales, usando herramientas de categoría amplia y criterios abiertos, del tipo: con posición de clase, analiza el caso en su contexto.