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VIERNES DE BRUJOS

Superiberia

Andrés Timoteo  /  columnista

VIERNES DE BRUJOS

 Hoy más que nunca los mexicanos necesitan de los brujos de Catemaco para que les hagan una “limpia” y protegerse de calamidades como el Coronavirus, la ola de feminicidios, el estancamiento económico, y los “fuchi caca” y “fuchi guacala” que el presidente receta como solución al crimen organizado y a la corrupción. De plano, urge un amuleto para enfrentar las ocurrencias e indolencias de los de la “cuarta transformación” que en algunas cosas salieron peor que los de pasado.

 Entonces, hay que aprovechar que es Primer Viernes de Marzo para que las vibras del cosmos que se liberan al abrirse las “puertas del encanto” desde el primer minuto se atrapen en alguna poción o talismán porque el futuro no augura nada bueno. Quién lo iba a decir, la Iglesia Católica volvió a reciclar el sermón de que todos deben rezar con más devoción para enfrentar la violencia y los malos resultado del gobierno porque no ven solución con los que gobiernan.

 E igualmente, ahora las circunstancias hacen que muchos vuelvan la cara hacía los hechiceros, curanderos, nigromantes, yerberos y demás brujos tanto negros como blancos para salir al paso de los maleficios que aquejan a la nación. Los antropólogos afirman que la sociedad recurre a las fuerzas espirituales cuando la dimensión terrenal no se encuentra soluciones y así está México, atrapado entre los maleantes generadores de violencia, la depresión económica, la crisis de salud y un gobierno que no quiere hacer su trabajo para rescatarlo de lo anterior.

 Por lo pronto, Catemaco será como cada año epicentro de los aquelarres y lugar de lanzamientos de conjuros del viernes mágico. Los brujos reales siguen haciendo su tarea ancestral y los falsos hechiceros -charlatanes – se sujetan a las modas. Por ejemplo, ya algunos anunciaron que no sacrificarán ni gallinas ni gatos ni cabras y cualquier otro animal en sus rituales para no hacer enojar a los animalistas. En poco, tampoco usarán huevos de gallina en las “limpias” para complacer a los ‘veganos’. Risas.

 Los que no pueden viajar hasta Los Tuxtlas para consultar a un brujo tanto por el costo económico como por la inseguridad, tienen como opción más cercana y barata a los curanderos de vecindad o los yerberos de los mercados públicos. Vaya, ¿cómo le harán este día para dar consulta esos del mercado Revolución que se chamuscó? Ahí los brujos deberían hacer un amuleto de protección a los cordobeses contra la alcaldesa panista Leticia López que resultó tan dañina como el chahuistle. Cruz, cruz.

En los mercados hay de todo: pócimas, lociones, brebajes, amarres, piedras mágicas, oraciones, amuletos, ‘rameadas’ y demás cosas para salir de un apuro. Empero, más allá del sarcasmo, el Viernes de Brujos es parte del hermoso folclor mexicano y en Veracruz hay una riqueza enorme de rituales esotéricos, tanto en la selva como en cuevas, ríos, lagunas y escampados, así como de sabiduría ancestral sobre el manejo de plantas y elementos químicos para sanar o enfermar.

También la tradición brujeril ayuda a conseguir o al menos a alimentar la esperanza en que llegará la bonanza económica y el amor. En cada pueblo, dicta la sapiencia popular, no debe faltar un brujo o curandero quienes llegan a suplir al cura o al médico porque igualmente ayudan a sanar el cuerpo y el alma. El día en que falten los brujos se armará la levantisca y será grande  la pérdida  porque se esfumará el consuelo para los decepcionados o descreídos de la ciencia.

HICIERON TAQUIZA

“A falta de pan, tortillas”, reza un dicho popular. Bueno, en este caso más bien serían tortillas hechas tacos pues en el congreso local la mayoría morenista junto con sus aliados logró desaforar el miércoles al diputado por el distrito de Misantla, Erick Aguilar López, conocido como el “DipuTaco” y, en breve, éste será sentado en el banquillo ministerial para responder por el “robo” de un cadáver.  

El Tremendo Juez de la Tremenda Corte hubiera sentenciado: ¡A la reja por ese ‘cadavericidio’! Así, con la misma comicidad se hizo en el recinto parlamentario el juicio de procedencia forzado y basado en una acusación fabricada. Pese al adulterado proceso, los integrantes de la bancada de Morena andaban saltando de contentos ya que por fin lograron desaforar a alguien.

 Quitándole el fuero y destituyendo de la curul a Aguilar López -y de paso al alcalde panista de Actopan, Paulino Domínguez y a su síndica, Jazmín Barradas- se sacaron la espina de los dos juicios fallidos del año pasado contra quien era titular de la Fiscalía estatal en ese momento, Jorge Winckler. Por eso se dijo al principio que, a falta del platillo mayor se consolaron con hacer una taquiza con el presuntuoso legislador.

 Claro, además de lo risible del proceso éste también tiene un tufillo del pasado. La reunión previa del gobernante en turno con la bancada completa de su partido, los votos anunciados por algunos diputados priistas, satélites ya del partido gobernante, a favor de su causa y el sufragio de otros del PRD, PVEM e incluso del PAN -con la negociación previa de ‘pago por evento’- hace recordar a los viejos tiempos del duartismo y la fidelidad.

¿Qué viene? Seguramente el espectáculo de la detención y encarcelamiento del legislador desaforado, y aun cuando las imputaciones puedan caerse en algún tribunal lo mantendrán acorralado en la medida de que puedan manipular a jueces locales y eventualmente a federales. Por lo pronto, el suplente ya fue llamado y se unirá a la bancada morenista. Vaya, la orden de tacos venía con pilón.

También la sesión de ayer fue indicativa del reacomodo y alineación de las fuerzas partidistas en torno a palacio de gobierno. Por supuesto que no fueron fortuitas las abstenciones y votos de Acción Nacional para facilitar la jugada de Morena contra el diputado que merecía un castigo. Basta reparar en quienes lo hicieron para comprobar que la dirigencia que encabeza el tantoyuquense, Joaquín Guzmán Avilés está armonizada con el morenismo.

Nadie debe perder de vista que los dos diputados de Huatusco, Nora Lagunes del PAN y Antonio García Reyes, del PRI, votaron junto con los de Morena lo que significa que ambos son las rémoras del partido en el poder, sus aliados parlamentarios y en política no hay colaboracionistas gratuitos. Ambos cobraron o cobrarán muy bien esos votos para desaforar a uno de sus vecinos de curul.

Y por el otro lado, tampoco hay que obviar que hubo pocas lamentaciones por el diputado destituido, su engreimiento y frescura le cobraron un costo: a excepción de los votos contra su desafuero, nadie derramó una lágrima ni se desgarró las vestiduras por su persona. Bien ganado.

EL CONCHUDO

En los primeros días del marzo del 2018, el entonces dirigente estatal de Morena, Manuel Huerta Ladrón de Guevara exigió al Órgano Público Local Electoral (OPLE) que cancelara la candidatura del panista Miguel Ángel Yunes Márquez porque se promocionaba con recursos del gobierno estatal. En junio volvió a exigir lo mismo acusando que los programas sociales tenían un “uso electorero”.

 Lo que denunciaba Huerta Ladrón era que el principal programa de asistencia social del bienio pasado, “Veracruz comienza contigo” tenía como objetivo promocionar la imagen de Yunes Márquez y coaccionar el voto a favor del PAN, así como de otros candidatos azules a las alcaldías y diputaciones. Furibundo, el morenista tachaba de sinvergüenzas, abusivos y delincuentes a los panistas.

 Menos de dos años después, Huerta Ladrón de Guevara se está merendando sus propias palabras porque ahora que está a cargo de los programas sociales de la federación hace exactamente lo mismo de lo que se quejaba. No solo agranda y alimenta el clientelismo electoral, sino que integró un ejército operadores -mapaches, pues- con los llamados Servidores de la Nación.

 Pero lo más patético es que durante todo el 2019 utilizó los programas asistenciales para promocionarse él mismo, al partido Morena y al presidente de la república por lo que en diciembre pasado la Sala Regional Especializada del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) lo sancionó junto a otros delegados de la Secretaría del Bienestar por hacer promoción electoral con esos programas.

 Lo sorprendente -o más bien, descarado- es que Huerta Ladrón de Guevara junto a otros 38 delegados en el país apelaron tal decisión y pidieron a la Sala Superior del TEPJF que revise el expediente y les devuelva sus derechos propagandísticos, es decir que no les impida promocionarse con los programas federales a fin de no afectar sus proyectos personales para el 2021 y el 2024.

 Imagínense, Huerta que antes tildaba de delincuentes y sinvergüenzas a los panistas por hacer publicidad electoral con dinero público y en especial con recursos destinados al combate a la pobreza, ahora hace lo mismo, se duele porque el tribunal lo sancionó y todavía exige que le permitan continuar con esa práctica.

 En su alegato, el conchudo funcionario pide al tribunal poder ejercer libremente la distribución de los recursos y la promoción personalizada de logros gubernamentales -ahí va incluido el partido- todo eso en el contexto de los comicios venideros, porque es un derecho suyo del gobierno dar a conocer los beneficios a la población.

 El expediente está ya en el TEPJF que debe resolver en los próximos meses. No es un secreto que el objetivo de Huerta y otros delegados es construir sus candidaturas para los gobiernos estatales a base de esos programas públicos. En resumen, pide al tribunal que le permita lucrar electoralmente con el erario federal. La desvergüenza suprema.  

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