Y “de repente”, como lo que habíamos anunciado con pronóstico reservado, terminó como una estadística más. Gregorio Jiménez de la Cruz, periodista de Coatzacoalcos, fue encontrado asesinado, con huellas de tortura y semienterrado en una fosa clandestina en el municipio de Las Choapas, casi colindante con el estado de Tabasco… Y en un principio, ante una “de repente” ineptitud sospechosa de la Procuraduría General de Justicia del Estado, esta dependencia buscó culpables y chivos expiatorios… Y ya en el camino, quería desahogar sus rencillas políticas, incriminando al hermano del diputado local Renato Tronco Gómez, de nombre Miguel, actual candidato a la Presidencia Municipal, en las elecciones extraordinarias de Las Choapas, el próximo 1º de junio… Y para curarse “en salud”, el legislador local redactó una carta dirigida al titular de SSP, Arturo Bermúdez Zurita, publicada en medios de comunicación, en la cual, no deja la menor duda, que el exalcalde de Las Choapas defendería a su familia de perversas acusaciones y asegurar que la Secretaría de Seguridad Pública “de repente” tenía la firme intención de desestabilizar, tanto las próximas elecciones en ese municipio, así como la investigación de secuestro de Gregorio Jiménez…
Desde el 5 de febrero del presente, el “levantón” de Gregorio originó la unión entre el gremio periodístico en Coatzacoalcos y unirse organizaciones civiles, periodistas estatales y nacionales, además de agrupaciones internacionales en Defensa de los Periodistas. El Gobierno de Javier Duarte, desquiciado por su “de repente” incompetencia ante momentos de crisis, los cuales, se hacen cada vez más cotidianos, optó por exigir a empresarios periodísticos, calmar a sus reporteros y fotógrafos, para impedir más marchas, manifestaciones y peticiones de justicia para encontrar vivo a Gregorio Jiménez… Y ante una resistencia de “autodefensa periodística”, el gremio reporteril y gráfico no le importó la censura gubernamental y se fueron a las calles, utilizaron las redes sociales, promulgaron peticiones y escritos, sin olvidar la adhesión de más periodistas para unirse al mismo reclamo… Y así los días pasaron, sin tener noticias, mientras la Procuraduría General de Justicia del Estado trabajaba con bajo perfil, para recrear escenarios, buscar culpables, inventar coartadas, localizar a los culpables idóneos, fabricar nexos y causales… Y lo más importante, que fuese creíble ante la opinión pública…
Primero, desprestigiar la imagen de Goyo… Involucrarlo con el crimen organizado para tener la excusa, la misma, desde un principio no fue creíble, por las condiciones reales, como vivía Gregorio Jiménez… Después, divulgar el rumor de que el reportero de Notisur tenía problemas maritales y desapego con su esposa e hijos… Así, habría una causal sustentable, pero tampoco tuvo eco, pues todos conocían la vida personal de Goyo y el apego con su familia… Más adelante, fabricar indiciados involucrados en amenazas de muerte, venganzas personales y pagos para asesinar al periodista… Una cantinera, la autora intelectual, sería el personaje perfecto para reflejar la maldad del ser humano… El motivo: Una investigación de migrantes secuestrados, mostrando la perversidad hasta en lo más hondo de las entrañas… Después, la selección de cinco hombres con antecedentes penales, quienes serían los autores materiales y son pagados por la cantinera, para secuestrar a Gregorio Jiménez. El pago, 20 mil pesos y se buscaría el lugar idóneo con graves problemas de abusos a migrantes, como es el municipio de Las Choapas…
Luego y “de repente”, un día antes de encontrar muerto a Gregorio Jiménez, sale a la escena política, el Secretario de Gobierno, Érick Lagos Hernández… El funcionario duartista, con actitudes de corroer y manchar todas las acciones de reclamo de los periodistas inconformes por la desaparición de Gregorio, anuncia con alto grado de protagonismo, que “faltan horas para resolverse el caso de Gregorio”, como titular de varios medios de comunicación oficialistas… Esto sería el primer distractor… Y al día siguiente, no sabemos si fue para “embarcarlo” o hiciera el ridículo o un lamentable protagonismo del diputado local de Nueva Alianza, Eduardo Sánchez Macías, el millonario empresario de cuestionados medios de comunicación en el estado, quien convocó a la Prensa en el Congreso Local, para decirle “de repente al mundo”, que la Sedena había encontrado con vida a Gregorio Jiménez, en una casa de seguridad en Las Choapas… Esto fue el segundo distractor organizado por el Gobierno de Javier Duarte… A los pocos minutos, la vocera incómoda, María Gina Domínguez Colío, desmentía el anuncio del dueño de los periódicos Heraldos, El Martinense, Diario de Tuxpan, entre otros, señalándolo de desinformado y mentiroso… En pocas palabras, fue crucificado y hasta hoy, el legislador del PANAL no ha dado la cara a los medios de comunicación para explicar su desatinado comentario…
Eran las 13:00, del 11 de febrero, cuando la PGJ informó que a las 20:00, daría una rueda de prensa para anunciar la condición que guardan las investigaciones sobre el paradero de Gregorio Jiménez… A las tres de la tarde, el Periódico Reforma publicaba en su portal, la muerte de Goyo, y esto desencadenó rumores y noticias infundadas, provocando la suspicacia de los medios de comunicación en todo el país y el descontento de los periodistas en Veracruz, por la falta de comunicación de la Procuraduría General de Justicia, de la Coordinación de In-comunicación del Estado y no dar la cara el propio Gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa… Y en la conferencia de prensa, se pospuso su inicio de manera premeditada, más tarde de lo esperado, para iniciar con la lectura de un escueto informe lleno de fantasías, lagunas jurídicas y basadas en una fabricada historia, la misma, que nadie creyó…
Lo lamentable, aún con el dolor que sufría la familia de Gregorio, ellos eran trasladados a Xalapa para entrevistarse con Javier Duarte… El empleado de los veracruzanos, ante un nulo discurso y pocas palabras de aliento, le ofreció a la esposa de Goyo una casa nueva, para resarcir su dolor por la búsqueda del periodista… Comprensible, la actitud de la esposa de Gregorio Jiménez, quien mandó a “volar” a Javi Du en su propuesta y sólo pedía la pronta localización y prueba de vida del secuestrado reportero… Otra ocurrencia de “Javiercito” Duarte, fue el día en que fue encontrado Goyo muerto, pues con engaños, nuevamente trasladaron a Xalapa a la familia de Jiménez de la Cruz, para informarles de los avances de las investigaciones, cuando el Gobierno Estatal ya sabía el cómo, cuándo, dónde, quiénes y por qué del crimen de Goyo Jiménez…
Diez periodistas muertos, en los tres años de la administración duartista. Además, dos reporteros desaparecidos, varios periodistas exiliados y una fuerte censura en Veracruz, a todo medio de comunicación crítico, que incomode al Gobierno de Javier Duarte… Cuántos periodistas más, tendrán que morir para que la administración de Duarte de Ochoa reconozca que en Veracruz existe un claro problema de inseguridad para ejercer la actividad periodística, gracias a represalias del Gobierno Estatal y de grupos delincuenciales… Cuántos más, tendrán que morir, para que el Gobierno de Enrique Peña Nieto intervenga en estos asesinatos y sean atraídos ante la PGR… Cuántos más, para que haya justicia en Veracruz, estado considerado el más inseguro de México para los periodistas… Cuántos más, para seguir saliendo en primeras planas de medios de comunicación internacionales, quienes hacen recomendaciones de no visitar Veracruz, por ser un estado inseguro…
Y como cereza en el pastel, para combatir a los medios no oficialistas, se contrató a un ejército de “autodefensas” gubernamentales para apoyar al Gobierno Estatal, integrado por columnistas ginistas y “textoservidores” de la pluma, quienes se manejan sin ética y falta de dignidad periodística… También, los empleados de gobierno, entre personal de Seguridad Pública, quienes vigilan los movimientos, rutinas y realizan espionaje telefónico, además de los trabajadores de la CCS, quienes redactan información falsa para denostar a periodistas críticos que gozan de la censura gubernamental estatal…
Por último, me dirijo a Javier Duarte de Ochoa… Yo te pregunto, con diez periodistas asesinados, ¿puedes dormir tranquilo por las noches?… ¿Tu conciencia te deja descansar, Javier?… ¿Tu ética no te molesta, al pensar en las familias desamparadas por la pérdida de sus seres queridos?… Javier, ¿cuando ves a tus hijos jugar, correr y reír, no piensas en los hijos de periodistas, que lloran, pues no volverán a ver a sus padres o madres asesinadas?… Javier, ¿no escuchas los reclamos de justicia del gremio periodístico o te tapas los oídos para olvidar tu verdadera realidad?… Y de los periodistas desaparecidos y exiliados, ¿ya ni te acuerdas?… Una lástima, que gracias a ti, el estado sufre de inseguridad, pobreza, finanzas quebradas y zozobra por un estado fallido… ¿Te has dado cuenta de esto Javier, que no vas por el camino correcto?… Como veracruzano que eres, te invito a reflexionar y recapacites, pues no queremos a otro periodista muerto, gracias tu actitud “valemadrista”… Eres el Gobernador de Veracruz, que no se te olvide…
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