Nogales.- Un joven que había sido reportado desde hace dos días como desaparecido, su cuerpo fue encontrado en el interior de una vivienda ubicada en la localidad de El Encinar; la primer hipótesis es que se ahorcó debido a un inconveniente de tipo sentimental.
El ahora occiso respondía al nombre de Enrique Antonio Lozano Aquino, quien tenía 23 años de edad, con domicilio en la avenida Insurgentes de la colonia El Mirador del municipio de Nogales; mismo quien dejó en la orfandad a una pequeña de casi cuatro años de edad.
El cuerpo del joven fue identificado por su padrastro, Roberto García quien se desempeña como obrero y quien en representación de la madre del finado, pidió que le fuera entregado el cuerpo para que lo sepultaran de acuerdo a sus creencias.
Según versiones de su padrastro, el suicidio se pudo originar debido a que el joven empleado tuvo un inconveniente con su pareja sentimental por lo que se salió de su casa desde el pasado lunes por la noche.
El martes por la mañana fue la última ocasión en que vieron a Enrique Antonio; sus familiares acudieron a hospitales, separos de las policías, a casas de amigos y no tuvieron éxito en su búsqueda, ya que no lo hallaron.
Sus familiares no perdieron la esperanza de encontrar a Enrique por lo que continuaban la búsqueda de a cuerdo a los sitios que eran frecuentados por el joven.
Fue ayer alrededor de las 22:00 horas cuando Enrique Antonio fue localizado en una casa abandonada ubicada en la esquina de Ferrocarril e Independencia de la localidad El Encinar.
En el sitio fue hallado con una cuerda atada al cuello y colgaba de una silla; tremenda sorpresa se llevó su padrastro cuando ingreso a revisar la vivienda y vio a su hijo colgando con una viga.
Enseguida corrió para descolgarlo pero ya había sido demasiado tarde, pues aparentemente el cuerpo tenía al menos un día de haber muerto.
Personal de Ministerio Público tomaron conocimiento del deceso. Policías municipales abanderaron la zona.
Ahora serán las autoridades correspondientes quienes realizarán la investigaciones necesarias.
ANABEL F. SALAZAR
El Buen Tono
