Por Arturo Reyes Isidoro/ columnista
La semana laboral que ayer inició trae buenas noticias a los adultos mayores y a los discapacitados, beneficiados con los programas sociales del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Les caerá su “chivo” bimestral de 2,600 pesos a quienes tienen 65 años en las zonas marginadas del Estado y 68 en el resto del territorio estatal, así como a quienes sufren alguna descapacidad, en su mayoría entre recién nacidos y 29 años.
En el caso de Veracruz, la mayoría recibe su billullo a través de la tarjeta bancaria que les entregó el Gobierno de la 4T, otros a través de las oficinas de Telecomm y la mayoría en las llamadas “mesas de pago” de 18 zonas en las que está dividido el territorio estatal.
Para el caso de esta última forma de pago se moviliza el ejército de jóvenes “Servidores de la Nación”, que en el Estado suma 1,583 muchachos, según datos de la Secretaría de Bienestar, quienes entregan en persona el recurso a los beneficiados.
Hay un detalle, o dos, que me llaman la atención: en ocasiones esos jóvenes caminan hasta cinco o más kilómetros para llevar el recurso a quienes no lo pueden ir a recoger, y si eso ocasiona algún gasto los “servidores” los absorven de su sueldo.
Los programas sociales de AMLO se están consolidando y con ello una nueva fábrica de votos que hará difícil el triunfo de los candidatos de la oposición, en el proceso electoral que arrancará a finales de este año y culminará en el siguiente.
Todos los beneficiados, que suman miles, repiten que a ellos nunca antes nadie les había dado nada; cuando hablan de nadie se refieren a los gobiernos priistas y panistas. Están encantados, pues, con López Obrador, lo que explicaría los altos niveles de aprobación y aceptación con los que continúa saliendo en las encuestas.
Creo que hoy no hay nadie que no esté viviendo en su familia (o sepa de algún caso) una división entre quienes creen a ciegas en el Presidente, por el dinero que les da su Gobierno, lógicamente los beneficiados, y quienes lo critican porque dicen que se trata de programas clintelares para atraer y asegurar votos.
Pero a los adultos mayores nadie los hace cambiar su opinión sobre AMLO, a quien hasta adoran, pues dicen que los presidentes “de antes” se robaron todo y que por primera vez hay uno que les da, en lugar de saquear los recursos públicos para beneficio personal.
No sólo los beneficiados directos y muchos miembros de sus familias están contentos, también los “Servidores de la Nación”, quienes comenzaron a trabajar sin cobrar nada, por amor a la camiseta de Morena o porque idolatran al tabaqueño, pero un año después su situación cambió radicalmente.
Porque resulta que estos muchachos (hombres y mujeres), la mayoría sin una sólida preparación académica, que antes estaban en el desempleo, ahora tienen ya un sueldo asegurado de 13 mil pesos mensuales o más (empezaron ganando 10 mil 217 pesos al mes), y de toda la estructura de Gobierno son los únicos con prestaciones especiales.
Resalta que así como comenzaron trabajando gratis, ahora que cobran, ellos mismos pagan de su sueldo sus gastos de operación para cumplir su tarea, es decir no piden viáticos ni ponen pretextos para movilizarse en las áreas de trabajo que les toca cubrir.
El 18 de diciembre pasado, el portal economiahoy.mx, integrante de elEconomistaAmerica.com, el mayor portal económico del continente americano, publicó que “descubrió” que Veracruz, Chiapas y la Ciudad de México (CDMX) tienen el mayor número de esos “servidores”. Nuestro Estado lidera con el 8.6% de los 18 mil 314 “Servidores de la Nación”.
Según el referido portal, esos censistas habrían costado en su primer año más de 2 mil millones de pesos y no dejó de observar que Veracruz y la CDMX tienen dos de los mayores padrones electorales del País y que el despliegue de los muchachos no es proporcional a las áreas con mayor porcentaje de pobreza extrema de México.
En Veracruz, el responsable de toda la maquinaria y de todo el ejército humano es el llamado súper delegado Manuel Huerta, lo que me hace suponer que el verdadero operador electoral de Morena el próximo año en Veracruz será él y no el gobernador Cuitláhuac García Jiménez, además de que Huerta es el verdadero hombre de confianza del Presidente, con quien incluso el trato es de tú.
Así pues, si usted ve esta semana contentos a los viejitos (les digo con cariño) ya sabe la causa. López Obrador, qué duda cabe, consolida su clientela electoral.