México y Estados Unidos tomaron medidas rápidamente el lunes para solucionar una disputa en torno al renovado tratado comercial de América del Norte.
El motivo de la fricción son cinco agregados que Washington pretende enviar a México para que supervisen la implementación de las reformas laborales que el Gobierno mexicano se comprometió a cumplir. Esos planes salieron a la luz el viernes cuando Estados Unidos publicó el proyecto de ley para la implementación del llamado T-MEC, el texto legal del pacto que será sometido a votación en el Congreso estadounidense.
El fin de semana, Jesús Seade, subsecretario de Relaciones Exteriores para América del Norte, se quejó de que México había sido tomado por sorpresa en lo relativo a la cláusula sobre los agregados.