Un grupo internacional de científicos ha descubierto que el microorganismo Metallosphaera sedula, que se alimenta de minerales presentes en rocas terrestres, también es capaz de aprovechar las sustancias inorgánicas de los meteoritos, como explica la Universidad de Viena (Austria).
Ya se sabía que esas arqueas emplean rocas como fuente de energía —al igual que otras bacterias—, pero estos investigadores concluyeron que pueden absorber y procesar material extraterrestre y colonizar más rápido minerales de meteoritos que los de origen terrestre.
Esta circunstancia invita a especular sobre el modo en que la vida terrestre podría sobrevivir en otros entornos y cómo la biología temprana de la Tierra pudo recibir nutrientes clave a través de rocas espaciales que llegaron hace millones de años, sugiere el portal ScienceAlert.