Onicofagia, es el término clínico para un trastorno que podría parecer inofensivo, pero llevado al exceso, puede ir más allá.
Especialistas advierten que morderse las uñas puede provocar consecuencias irreversibles, pues los dedos son un hábitat perfecto para que las bacterias se reproduzcan.
“La saliva tiene muchas más bacterias que alguna otra parte del cuerpo, incluso alguna otra superficie. Es raro, no es tan común, sin embargo, comerse las uñas puede tener algunas implicaciones que lleven hasta la muerte, por ejemplo, la sepsis, que es una infección a nivel torrente sanguíneo que afecta a varios órganos del cuerpo. Obstrucción del tubo digestivo que va a requerir posteriormente cirugía”, dijo Carlos Aboites, coordinador Auxiliar de hospitales delegación del Estado de México del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).