Por Ándres Timoteo / Columnista
CÓRDOBA EN EL ‘TOP FIVE’
En Córdoba no aplica el dicho que “no hay quinto malo” pues se encuentra en el lugar número cinco del listado de las ciudades más violentas de la entidad, entonces sí es un “quinto malo”. Según el conteo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) en octubre la Ciudad de los Treinta Caballeros registró 41 homicidios con características de “ejecuciones”, es decir que fueron cometidas por el crimen organizado.
La cifra es escandalosa porque significa que cada día mataron a más de una persona lo que refleja el nivel de la crisis de seguridad pública. ¿Si en octubre hubo un homicidio cada día, cuántos se acumularán para noviembre? Córdoba solo está por debajo de Coatzacoalcos, la urbe más violenta del estado y una de las más inseguras del mundo, y que ocupa el primer lugar al registrar 80 asesinatos, es decir casi tres diarios.
El segundo sitio lo tiene Xalapa, la capital de la entidad, con 60 homicidios -dos diarios-, el tercer lugar es para Minatitlán, conurbado con Coatzacoalcos, con 59 asesinatos -dos por cada día- y en el cuarto está el puerto de Veracruz con 52 homicidios. Tal es el ‘Top Five’ de la violencia en Veracruz y los municipios que allí aparecen son los mismos que han padecido una aguda crisis de seguridad pública durante los últimos años.
Córdoba, concretamente, lleva al menos cinco años consecutivos entre los punteros de cifras de inseguridad. La violencia no amaina pese a que autoridades locales y estatales van y vienen, y que se ensayan operativos policíacos de vez en vez. En mayo del 2017, el “Semáforo Delictivo” de la organización Proyecto Social Ciudadano para la Paz colocó a la ciudad como las más peligrosa del Estado por arriba de Poza Rica, el puerto de Veracruz y Papantla.
Un año más tarde, en julio del 2018, Córdoba nuevamente obtuvo el récord mensual pues el Sistema Nacional de Seguridad Pública la reportó como la ciudad más violenta del estado con 41 asesinatos -vaya coincidencia, la misma cifra de octubre pasado- pero está vez ninguna otra municipalidad la rebasó y solo por debajo de ella estuvieron Coatzacoalcos con 39 homicidios, el puerto de jarocho y Xalapa con 38 cada uno.
A lo anterior se suma que 23 de noviembre del 2016, Córdoba fue incluida entre los trece municipios bajo la Declaratoria de Alerta por Violencia de Género emitida por la Secretaría de Gobernación y la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim). En la petición para que se emitirá dicha declaratoria, organizaciones locales había reportado que la ciudad tenía un acumulado de 31 feminicidios desde el año 2000 hasta el 2015.
Pero la violencia contra las mujeres se disparó exponencialmente. Tan solo en el primer semestre de este 2019 -de enero a julio-, el Sistema Nacional de Seguridad Pública informó que 6 mujeres habían sido asesinadas en esta ciudad, lo que significa se alcanzó el 20 por ciento, la quinta parte, de todos los homicidios durante quince años. En aquel 2004, Córdoba ya era clasificada en el sexto lugar en violencia feminicida.
Desde entonces la Ciudad de los Treinta Caballeros figuraba en los ‘conteos de sangre’. Otro dato para no dejar pasar es que en el último informe del SNSP sobre los cinco municipios más violentos, Córdoba es el único gobernado por una mujer, Leticia López Landero.
Lo anterior tiene una implicación puntual, especialmente en el tema de los feminicidios pues la violencia contra las mujeres está imparable pese a que la responsable del Gobierno local es una fémina, lo que refleja que la alcaldesa no aplica la llamada sororidad – la solidaridad con su género- y le importa un cacahuate que las mujeres sean violentadas en su terruño.
El fin de semana pasado, el gobernante en turno, Cuitláhuac García, se refirió al tema de la violencia contra las mujeres y feminicidios, y dijo que la responsabilidad inicial y mayor para prevenirlos es de los gobiernos municipales que deben coadyuvar con la policía estatal y la Fiscalía General.
Vaya, ya estuvo que las cordobesas quedaron a su suerte porque en los dos años que lleva López Landero al frente del ayuntamiento ni las ha prevenido ni las ha resguardado. A la única mujer que procuró en su administración es a su hija a la que quiso hacer diputada en el 2018 y ni eso pudo lograr. Si no le cumplió ni a su caprichosa heredera mucho menos les cumplirá al resto de mujeres cordobesas.
TRES AÑOS EN ALERTA
Retomando el dato, el sábado se cumplieron tres años de que la Secretaría de Gobernación y la Conavim decretaron la Alerta por Violencia de Género en trece municipios. En la misma, además de Córdoba fueron incluidos Boca del Río, Coatzacoalcos, Las Choapas, Martínez de la Torre, Minatitlán, Orizaba, Poza Rica, Tuxpan, Veracruz y Xalapa, pero en ninguno se la logrado abatir la violencia feminicida.
Peor aún, en ese entonces –noviembre del 2016- se tenía 142 feminicidios contabilizados y el dato era alarmante para la época porque superaba por mucho a la estadística del 2015 cuando se cometieron 99 asesinatos y del 2014 que fueron 74. Para el 2017 la cifra creció a 160 feminicidios y descendió un poco en el 2018 pues fueron 109 casos.
Empero, este 2019 apunta a ser el año más violento de la historia para la población femenina pues hasta el fin de semana se habían cometido 207 asesinatos de mujeres, o sea un cada tercer día, y la entidad sigue en los primeros sitios a nivel nacional en estos crímenes por odio de género.
El pasado 13 de noviembre, diversas organizaciones civiles colocaron 150 cruces blancas en las escalinatas de la Catedral Metropolitana en Xalapa, frente a palacio de gobierno, para protestar por la inacción oficial frente a la “ola” de feminicidios. No hubo ninguna reacción de los funcionarios.
Hace una semana, el martes 19 de noviembre, la presidenta de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim), María Candelaria Ochoa Avalos estuvo en Xalapa ya acusó al Gobierno estatal de ser omiso e irresponsable en el cumplimiento de las alertas de género emitidas para Veracruz y reveló algo indicador: la federación ha transferido a la entidad más de 100 millones de pesos para atender dichas alertas. ¿Qué se le ha hecho a ese dinero?, ¿dónde fue a parar?, ¿al bolsillo de quién?
Tampoco hay que olvidar que el próximo 13 de diciembre se cumplirán dos años de que las mismas Secretaría de Gobernación y Conavim emitieron una segunda alerta, esta vez por “Agravio Comprado” ya que en a la entidad hay un marco jurídico que atenta contra las garantías de las mujeres, especialmente contra el derecho a decidir sobre su cuerpo e interrumpir el embarazo.
La segunda Alerta de Genero por Agravio Comparado lleva dos años de ser letra muerta. Nada se ha movido en el congreso local para adecuar las leyes. Ni en la pasada legislatura que era controlada por Acción Nacional -que se entendería en algún momento por el perfil conservador de ese partido- ni en la presente diputación que está bajo dominio del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) un partido supuestamente progresista y que antes había enarbolado las causas de las mujeres.
