El Papa Francisco viajó este domingo a Hiroshima, donde Estados Unidos lanzó la bomba atómica en 1945 y allí en un duro discurso denunció “que el uso de la energía atómica para la guerra es un crimen”.
“Con convicción, deseo reiterar que el uso de la energía atómica con fines de guerra es hoy más que nunca un crimen, no sólo contra el hombre y su dignidad sino contra toda posibilidad de futuro en nuestra casa común”, dijo Francisco que durante la mañana había visitado Nagasaki, la otra ciudad arrasada por otra bomba.