El Real Madrid, reforzado en su confianza por la goleada ante el Galatasaray, sacó la apisonadora en Eibar, mostró su mejor cara, principalmente en la primera parte, y goleó al conjunto de Jose Luis Mendilibar sin compasión en un partido en el que mandó desde el primer minuto del partido y apenas dio opción alguna a los locales.
El Real Madrid, como hizo ante el cuadro turco en la Champions, arrancó el partido francamente bien. Rompió la presión armera con precisión y velocidad en las combinaciones y dejó sentenciado el encuentro prácticamente en la media hora inicial con un 0-3.