Orizaba.- El nuevo horario beneficio a un pequeño sector de la población; sin embargo, afectó a otro tanto pues originó que se levantarán aún con sueño e incluso llegarán tarde a sus actividades programadas para ese día.
Las calles lucieron desiertas desde temprano, incluso hasta antes de medio día, los lugares más frecuentes también estaban desolados. En la parada del camión, había unas cuantas personas y los autobuses por lo consiguiente vacíos, en las calles y avenidas principales transitaban pocas personas y circulaba un número igual de vehículos.
Los restaurantes con sólo algunos comensales en sus mesas, la mayoría desayuno tarde aunque amaneció más temprano, un cambio que a decir de algunas personas ahorra luz y para otros todo lo contrario.
En las iglesias del Centro de la ciudad incluyendo la Catedral de Orizaba, las bancas se observaron vacías al inicio de la celebración, posteriormente se fueron llenando, ya que las alarmas no los despertaron a tiempo.
Aunque la mayoría de personas atraso su reloj una hora, e incluso se levanto tarde, no salió de sus hogares hasta después ya que el sueño se hacía presente por el famoso cambio de horario.