La propuesta que se busca aprobar en el Congreso de la Unión para reducir 50 % el financiamiento a los partidos políticos generó divisiones entre diputados y senadores.
En tanto Morena y aliados apoyan la iniciativa, la oposición cuestionó el nuevo modelo y expresó su preocupación de que la competencia democrática se distorsione a favor del partido que está en el poder.