SINALOA.- Alfonso Durazo Montaño, Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana del Gobierno de México, negó ayer que Iván Archivaldo Guzmán Salazar, hijo de Joaquín Guzmán Loera, “El Chapo”, estuviera en el inmueble que controlaron elementos que participaron en el operativo para detener a Ovidio Guzmán López en Culiacán.
El funcionario también recomendó que ante “versiones incorrectas sobre los acontecimientos de Culiacán, yo recomendaría recibir con una dosis de escepticismo esa información que circula sin ningún filtro ni aval”, comentó el Secretario.
LOS HECHOS
El pasado 17 de octubre, grupos del narco lanzaron una oleada violenta de bloqueos y balaceras en la ciudad de Culiacán, después de la captura de uno de los hijos del narcotraficante Joaquín Guzmán Loera.
Los bloqueos de los integrantes del Cártel de Sinaloa coparon las salidas de la ciudad y llegaron hasta el corazón de la capital sinaloense, que quedó prácticamente cercada con gente resguardada en sus lugares de trabajo, en comercios y en sus casas.
El Gobierno del estado de Sinaloa llamó entonces a la población “a mantener la calma, a no salir a las calles” ante lo que calificó como “hechos de alto impacto” que se presentaron en esa ciudad.
Ya por la noche, el Gabinete de seguridad pública federal, encabezado por el propio Durazo Montaño, anunció que Ovidio había sido detenido por unas horas y luego dejado en libertad, como consecuencia de un operativo fallido y que no dimensionó la respuesta de los criminales.
Las críticas de la opinión pública se concentraron en Alfonso Durazo, quien hasta ahora sigue siendo cuestionado por el fracaso en esa estrategia.