Acultzingo.- Habitantes de la comunidad de Potrero, del municipio de Acultzingo, privaron de su libertad a dos supuestos estafadores integrantes de la Asociación Campesina “Los Ángeles”, a quienes acusan que desde junio de 2013, les pidieron entre 500 y 1200 pesos para poder tramitar un apoyo federal que les permitiría construir viviendas dignas.
Según datos proporcionados, son 700 agraviados que, hasta el día de ayer, no habían recibido ningún beneficio, por lo que enardecidos al darse cuenta que habían sido engañados, amenazaban con llevarse a los detenidos a su comunidad en donde permanecerían amarrados hasta que devolvieran el dinero timado.
Los detenidos se llaman Antonio Castillo, de 50 años de edad, con domicilio en calle Francisco I. Madero de Ciudad Mendoza, quien se hacia pasar como licenciado; así como la supuesta representante de la Asociación “Los Ángeles”, Claudia López García, de 36 años, quien tiene su vivienda en Jalapilla.
Hechos:
Ayer alrededor de las 21:00 horas, un grupo de habitantes de la comunidad de Potrero se dieron cuenta que la supuesta representante de la Asociación Campesina y el licenciado que les habían pedido dinero para la construcción de sus viviendas, se encontraban cerca de la cabecera municipal, por lo cual decidieron retenerlos.
En cuestión de minutos comenzaron a llegar los agraviados, quienes al ver a los detenidos, entraron en furia y exigían que los amarraran para llevarlos a su comunidad, en donde los lincharían; fue por ello que elementos de la Policía municipal dialogaron con los quejosos y les pidieron que no atentaran contra la integridad física de los supuestos estafadores.
En el lugar dijeron que familiares de los retenidos llegarían al lugar para tratar de llegar a una solución, pero si en una hora nadie arribaba, los estafadores serían llevados a la comunidad de Potrero, en donde los exigirían responder por los abusos cometidos en contra de los habitantes.
Según versiones, la supuesta representante de la asociación les dijo que los beneficiados debían contar con un terreno en donde debían construir cimientos y con el dinero que entregarían, se harían acreedores a beneficios de Gobierno Federal, para que les enviaran cemento, arena, tabique y todo lo necesario para construir viviendas dignas.
Incluso les entregaron los supuestos planos de cómo querían sus casas; las personas, emocionadas por contar con una buena vivienda, reunieron las cantidades solicitadas; sin embargo, después de más de seis meses, no había respuesta para la construcción de la casa, por lo cual tomaron la decisión de retener a estas personas hasta que les devolvieran su dinero.
ANABEL F. SALAZAR
El Buen Tono
