CDMX.- Las calles de Culiacán lucían ayer ‘tomadas’ por militares después de que el jueves pasado el Ejército irregular del Cártel de Sinaloa mostrara su fuerza y obligara la liberación de Ovidio Guzmán López, hijo de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El pasado jueves, por decisión del Consejo de Seguridad y con apoyo del presidente Andrés Manuel López Obrador, Guzmán López fue liberado, luego de un fallido intento por detenerlo con fines de extradición.
El Gobierno Federal argumentó que debió hacerlo para no provocar un baño de sangre. El operativo para llevar ante la justicia al capo mexicano, lleno de errores, provocó una de las más serias crisis en el Gobierno de la llamada “Cuarta Transformación” o “4T”.
El pasado sábado, el Presidente pidió a Donald Trump, su homólogo estadounidense, frenar el tráfico de armas a México en una conversación telefónica, en la que el Mandatario del País vecino ofreció su respaldo a su contraparte mexicana.
Varios gobernadores, incluyendo algunos de oposición, expresaron su apoyo a López Obrador. Pero las críticas han sometido a su Administración en la más seria crisis política desde que inició el mandato, el pasado 1 de diciembre.
BUSCARÁN REFORZAR PENAL
Los hechos violentos fueron aprovechados para la fuga de 55 reos del penal de Culiacán, de los cuales seis ya fueron reaprehendidos, el gobernador Quirino Ordaz Coppel dio a conocer que solicitó a la Federación apoyo a la infraestructura de dicho centro penitenciario, así como 50 patrullas para reforzar las tareas de vigilancia y reponer algunas de las cuales quedaron inservibles, al ser incendiadas.
OPERATIVOS
Elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y de la Guardia Nacional efectúan desde el pasado sábado una serie de operativos en Culiacán, Sinaloa, luego de los enfrentamientos con integrantes del crimen organizado.
Los militares e integrantes de la Guardia Nacional fueron desplegados en varios puntos y avenidas principales de Culiacán, a fin de realizar un recorrido preventivo.