Orizaba.- Una educadora y su familia estuvieron presuntamente a punto de matar a golpes a otra familia, en tanto, la Fiscalía General del Estado se niega a recibir la denuncia por lesiones; la inconformidad es porque la supuesta agresora Guadalupe Lázaro Cansino, quiere adueñarse de una propiedad pública en la calle de La Joya de El Espinal.
Las afectadas: Concepción y Blanca Estévez Pérez, Yareli Canizales y Alejandra Pérez Rosas, explicaron que el viernes pasado la maestra, junto con su hijo y hermano, intentaron cerrar la calle con maquinaria, atrás de la Escuela Secundaria Quetzalcóatl, argumentando que es de su propiedad, algo que desmintieron las autoridades municipales, por lo que los vecinos trataron de impedirlo y fue cuando empezó la agresión.
Una de ellas relató: “La maestra y el hijo, me agarran, me tiran hacia atrás y empiezan a golpearme y dice su hijo suéltala: yo la estoy soltando, ella que me suelte; la señora me agarra de mi cara, me hizo rasguños, en una de esas la señora me tira y vean vengo toda golpeada de mi espalda, tengo una abertura en una pierna, ella se afana con mi cabello, se afana con partes de mi cuerpo; no puedo caminar, una pierna me duele”.
Agregó, “al soltarme veo que Manuel, hermano de ella, tenía a mi madre del cuello, ahorcándola, mi madre ya estaba morada, como muerta (relató llorando), yo como pude me le fui encima, en eso veo que mi hermana la menor la tienen con los brazos hacia atrás y la patean”.
Se dijo preocupada por su hermana menor porque hace dos años le hicieron una cesárea, “ahora, por los golpes estuvo sangrando en la noche y tuvo calentura, vómitos y estuvo muy mal, el señor que se dice llamar Manuel, nos echó la máquina, nos intentó matar y no nada más a nosotros, también a mis sobrinos, que se encontraban en la parte posterior del carro, él no mide consecuencias”.
Sin embargo, a pesar de que estaba cerca una patrulla de la Policía Municipal, nunca llegó, además de que vecinos marcaron a la Comandancia y tampoco llegaron, “pensamos que pueden estar coludidos con los agresores”.
Al acudir a la Fiscalía, la mujer que los recibió no les quiso dar su nombre, “nos trató mal y nos dijo que éramos gente jarocha y que lo tomáramos así (…) van a venir el lunes, a las 12:00 horas, para hacer una conciliación y es lo único que puedo hacer por ustedes, que llegáramos hoy, que la buscáramos en una de esas puertas y que ahí nos iba a atender, sólo buscamos justicia”.