El más reciente escándalo del Vaticano por filtración de información cobró su primera víctima el lunes al renunciar el jefe de guardaespaldas del Papa Francisco.
El Vaticano dijo que su jefe de policía, Domenico Giani, de 57 años, no asumió su responsabilidad por la filtración pero renunció para no interrumpir la investigación y “por amor a la Iglesia y lealtad” al Papa.
Todavía no se conoce la identidad de persona que filtró el documento policial al semanario italiano L’Espresso, lo cual suma un aura de misterio al caso. En dicho documento se identificó a cinco empleados que fueron suspendidos como parte de una investigación financiera.