Córdoba.- La fuerza especial antimotines del Mando Único desalojó ayer a once vendedores semifijos apostados en las inmediaciones del mercado Revolución. La Coordinación de Comercio municipal, con base en un oficio emitido 24 horas antes, hizo efectiva la orden para realizar el levantamiento.
Cerca de las 9 de la mañana, varias unidades de la Policía estatal recorrieron el perímetro del zoco y cercaron a los vendedores, localizados en la avenida 8, entre calles 7 y 9. Después de varios minutos de diálogo, las fuerzas de seguridad desalojaron finalmente a los vendedores sin que se registraran enfrentamientos directos.
Varios comerciantes llegaron al Palacio municipal y trataron de dialogar con el alcalde, Tomás Ríos Bernal, momentos antes del levantamiento. Los comerciantes solicitaron su intervención para evitar el desalojo, argumentando tener los permisos vigentes que le otorgó la administración del ex alcalde Guillermo Rivas. Los documentos no estaban firmados por el ex presidente municipal, pero sí por el entonces regidor octavo, José Sierra Silva, y el ex coordinador de Mercados, Joel Guerra.
Los vendedores afirmaron no estar violando ninguno de los artículos del reglamento de Comercio vigente, y dudaron de la autenticidad de los documentos que les hicieran llegar antes de la movilización.
“La administración pasada nos dio este permiso y nos dijeron que iba a ser vigente. Ese fue el acuerdo desde que se tomaron las calles. Todos estamos en esa situación. Somos locatarios del mercado y tenemos el apoyo de las 14 organizaciones”, manifestaron las comerciantes Raquel Luna Hernández, Yaneth Mora y Martha Ruiz.
Aseguran que el permiso del que disponen tiene más validez que los oficios emitidos por la actual administración. El gobierno, dicen, los señala como “ignorantes”.
“Nos mandan un aviso en donde se dice que estamos violando todos los artículos, pero no es cierto. Nosotros lo único que queremos es trabajar. Reconocemos que hay autoridades nuevas, pero se tienen que respetar los acuerdos que ya se tenían, no se pueden desconocer”.
A pesar de lo argumentado por los comerciantes, el coordinador de Comercio Municipal, Juan Paul González Rannauro, dijo que al cumplirse el plazo de 72 horas para su retiro, éste tiene que hacer valer, pues el supuesto permiso carece de toda validez al no contar con la firma del Alcalde, ya que de haber contado con dicha firma, el documento sería válido.
Expuso que aún contando con los supuestos permisos, los vendedores se encontraban apostados en una zona de peligro (área de medidores) por lo que se debía actuar, además de que por pilastra solo se encuentran permitidos hasta cuatro comerciantes, cifra que en este caso se rebasa.
“Hasta ahorita no ha sido necesario el uso de la fuerza pública, han respondido bien los comerciantes, pero seguiremos trabajando con el apoyo del Mando Único”, dijo.
No obstante, agregó que ha sido mediante este tipo de acciones que se han detectado un gran número de permisos sin validez otorgados también por los ex funcionarios municipales.
“No nos dejaron un padrón, no dejaron documentos, ni nada, pero nos hemos encontrado permisos con fecha del 20, 21, 27 de diciembre, por lo menos me han mostrado como 50 permisos, también tarjetones, con lo que nos damos cuenta que siguen operando dos comerciantes con el mismo tarjetón, pero con diferente dirección, de estos casos hemos detectado seis por lo menos”, comentó.
Indicó que no se busca culpar a la anterior administración, pero sí se pretende recobrar el orden en el comercio informal.
Después del desalojo, un grupo de comerciantes del mercado solicitó un nuevo acercamiento con Ríos Bernal. Representantes de 14 organizaciones de comerciantes fijos y semifijos acudieron a la mesa de diálogo. Entre ellos se encontraba Luminosa Ameca, Dolores Marqués, Jorge Quezada y Celso Abril, ‘el bolillo’, éste último un líder a quien los comerciantes se niegan a reconocer.
El Ayuntamiento ofreció la alternativa de reubicar a los vendedores en el mercado La Isla.
La propuesta fue rechazada de inmediato por los vendedores, y finalmente se pactó buscar un local al interior del mercado La Garza, logrando así la reubicación de uno de los 11 comerciantes desalojados. Ya no hay espacio para más.
El resto deberá esperar, de momento, el proyecto para la ejecución de un nuevo mercado anunciado por Ríos Bernal.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono