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Rojí protege a comerciantes que contaminan con ruido

Superiberia

Orizaba.- Vecinos del Norte de la ciudad señalan la nula intención y deficiencia de la Administración orizabeña para actuar contra la contaminación auditiva, incluso no se han dado actualización a los reglamentos municipales, esto a pesar de la firma de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible que promueve la Organización Nacional de las Naciones Unidas (ONU).

El pasado 9 de julio el presidente, Igor Fidel Rojí López, presumió que Orizaba era el primer municipio del Estado en sumarse a la citada agenda e incluso aseguró que se tiene toda la disposición de colaborar con dicho programa, incluso, mencionó que se ha trabajado en ello desde 11 años atrás con diversas acciones para lograr los 17 objetivos que implica; sin embargo, entre estos objetivos se encuentra como tercer punto la salud garantizando una vida sana y promoviendo el bienestar de todas y todos, en el decimotercero acción por el clima, en el décimo sexto es paz, justicia e instituciones sólidas promoviendo sociedades pacíficas e inclusivas, lo que no se ha tomado en cuenta por las autoridades.

Esto, debido a que desde hace ocho años el ciudadano, Mauricio Martínez Rodríguez, ha solicitado que los comerciantes que cotidianamente expenden pan, tortillas, churros, tamales, gas y compran fierro viejo dejen de contaminar mediante bocinas que exceden los niveles de ruido permitido por la Norma Mexicana. 

Indicó que esto sucede en la zona de El Espinal en Cerrada de la Joya y a esta solicitud se le sumaron los habitantes de las 47 propiedades pues incluso se denunció que la banda de guerra del Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) era uno de los contaminantes pues en ocasiones son dos las bandas que ensayan, en otras el número de alumnos es mínima, pero cuando se concentran todos rebasan los decibeles permitidos. 

Explicó que la molestia se debe “a la inacción de autoridades municipales de las quejas de contaminación por ruido provenientes de diversas fuentes desde vecinos ruidosos, ladridos de perros, pero principalmente la generada por los mototortilleros y panaderos y quienes abusan del uso del claxon para anunciar sus ventas”.

Destacó que a la fecha no se ha hecho nada y todo pareciera que lejos de actuar, la autoridad municipal los está protegiendo, pues, en repetidas ocasiones y mediante oficios lo único que hacen es presentar dichos legales, pero no hacen nada para solucionar el problema.  

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