CDMX.- Dos testigos colaboradores que cooperaban con la Procuraduría General de la República atestiguaron cómo Tomás Zerón, entonces jefe de la Agencia de Investigación Criminal, torturó a Patricio Reyes Landa, “El Pato”, uno de los primeros detenidos por la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa.
Señalan que Zerón les ordenó narrar ante Reyes Landa la forma en que Los Zetas desaparecían a sus víctimas. “Deshacían los cuerpos en tambos, ya desmembrados, con ácido”.
¿Escuchaste? Eso vas a decir”, le remarcó Zerón de Lucio, a lo que, según un testigo, “El Pato” respondió casi sin aliento por los golpes recibidos: “Sí, jefe”.
Construcción de la versión oficial
“[El Pato] escuchó lo que decíamos y después le dijeron [Tomás Zerón y Carlos Gómez Arrieta, exmando de la Policía Federal Ministerial] que lo más creíble era que a los normalistas los habían calcinado”, detalló un testigo.
La verdad histórica se sustenta en los dichos de Reyes Landa , Jonathan Osorio Gómez, “El Jona”, y Agustín García Reyes, “El Chereje”, quienes fueron los primeros detenidos. Según su declaración ante el Ministerio Público de la Federación, los normalistas fueron asesinados y luego calcinados con diésel, llantas y todo lo que encontraron para mantener el fuego en el basurero municipal de Cocula y sus cenizas arrojadas al río San Juan.
Sin embargo, el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) concluyó en su investigación, de más de un año, que no se registró ningún incendio en ese lugar en la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, días en los que se registraron los hechos en Iguala.
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) determinó que en el tiradero no fueron quemados los estudiantes, según un peritaje suyo, contrario a lo que concluyó la Procuraduría General de la República.
De acuerdo con los testigos, “El Pato” fue torturado casi una hora en la habitación de la Seido y tras su interrogatorio, dijo al Gran Diario de México uno de los testigos, “nos dijeron: ‘Muchas gracias’ y nos sacaron”.
Aseguró que estuvieron varios días en la misma habitación con Reyes Landa; sin embargo, no dejaron que tuviera comunicación entre ellos: “Como a los cinco o seis días se lo llevaron”. “Me consta que en varias oficinas de la Seido, en aquel entonces el mismo personal golpeaba gente (…) Creo que también le pidieron ayuda a Salvador Quintanilla, “El Pitufo”, el testigo protegido estrella de la PGR para construir esa narrativa, porque luego se escapó y ya no supimos nada de él”, aseveró.
El testigo colaborador ofreció su declaración a la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración, pero no lo han recibido. “Hace dos años me hablaron de que tengo un asunto en Matamoros, en el mismo juzgado donde está el caso Iguala.
El actuario me empezó a notificar que los protocolos de Estambul los iba a revisar la Comisión Nacional de los Derechos Humanos [CNDH] y las peticiones que hacía la Comisión Interamericana de Derechos Humanos [CIDH] con relación a varios integrantes de Guerreros Unidos, en específico de El Gil, José Luis Abarca y su esposa, María de los Ángeles Pineda Villa”, afirmó.
A cinco años del caso, se han liberado a 77 de los 142 implicados.