Jóvenes mexicanos reviven esta práctica deportiva que data de hace 3500 años y que civilizaciones como los mayas y los aztecas realizaban con fines ceremoniales y lúdicos.
El juego de pelota nos está rescatando a nosotros porque el juego ya estaba desde tiempos inmemoriales, y qué mejor que hacerlo en este lugar”, dijo a AFP Navarro.
Durante la acción, el joven de 30 años y sus compañeros jugadores de”ulama” (su nombre en náhuatl) golpean con la cadera un balón de caucho de casi cuatro kilogramos que deben ensartar en un aro de piedra colocado a seis metros de altura desde el suelo.
La competencia, frecuentemente relacionada a rituales de fertilidad o ceremonias guerreras en los antiguos tiempos, se disputa entre dos equipos de uno a siete jugadores.
Los juegos de pelota prehispánicos han sido rescatados en tiempos modernos por diferentes grupos alrededor de México y la región. Sin embargo, no se había jugado en la capital mexicana en cinco siglos.
El juego de pelota quedó olvidado. Fue derribado hace 500 años, pero ahora todo se está levantando de nuevo, aquí en Azcapotzalco”, dijo Emmanuel Kakalotl, entrenador del juego milenario.